Remus, que corría unos centímetros detrás de James, lo miraba con ojos llenos de preocupación.
/¿como puede ser tan irresponsable?-pensó Remus-se acaba de desmayar y ya está corriendo de nuevo... sigue siendo el mismo James de siempre/
Cuando llegaron, se encontraron con una única mesa en el gran comedor, la mesa de los profesores, a la cual también había sentados unos cuantos alumnos.
-¿que hora es?-preguntó James en un susurro a su amigo.
-las 8:00pm-contestó Remus observando su reloj.
-¿como? cuando llegué a tu despacho eran recién las 3...
-pasaste mucho tiempo desmayado querido amigo... ¿que te parece si entramos?
-si, vamos.
James y Remus ingresaron rápidamente al Gran Comedor, donde James se sentó junto a Harry que estaba al lado de Alissa, y Remus tomó asiento junto a James. James se inclinó en la mesa para ver junto a quien estaba sentada Alissa, y se encontró con la sonriente y amable cara de Albus Dumbledore, que en ese momento hablaba animadamente con la profesora McGonagall, que estaba sentada al otro lado del profesor. Los ojos de James se encontraron con los hermosos ojos de Alissa, que se había inclinado, al igual que el, en la mesa para poder verlo. James, que no estaba preparado para la mirada sorpresa se rulos, se sonrojó y sonrió con la sonrisa que, a su gusto, era la más idiota que había puesto en su vida ante una chica.
-bueno-dijo Dumbledore, sacando a James de su ensimismamiento- ya que estamos todos, creo que es hora de partir la cena.
James, después de todos los segundos que llevaba allí, se dio cuenta que estaba ante una mesa con los mas exquisitos manjares: pavos, pollos, carne de todo tipo, ensaladas de todos los tipos existentes, y mucho, mucho más. James, que no se había dado cuenta lo hambriento que estaba, empezó a atacar una pierna de pollo muy parecido a como lo hacía Sirius. Eso lo hizo reír, y quedar como un imbécil frente a toda la mesa.
/ahora seré conocido por todos como "el enfermo que se ríe solo-pensó James, que no podía estar más sonrojado/
-bueno-dijo Dumbledore-¿tu eres Alissa Thompson?
-si, soy yo-respondió Alissa tímidamente.
-¿toda tu vida as vivido en Gran Bretaña?-preguntó Dumbledore, poniendo cara de confusión- porque la mayoría de los alumnos que viven en Gran Bretaña e Irlanda vienen a estudiar a Hogwarts. Y, con solo verte, me doy cuenta de que tienes la misma edad de James, osea que yo debería haber sido tu director, y jamás te vi en el colegio.
-no-respondió Alissa riendo por la cara del director- crecí en América, en Estados Unidos... vine a vivir a Gran Bretaña hace 5 años.
-¡ah!-exclamó Dumbledore con una sonrisa-por eso el acento...
-si-rió Alissa-estoy tratando de mejorar mi acento británico...
-y los estas haciendo muy bien-añadió Dumbledore-si no fuera por lo que me acabas de contar, no me habría dado cuenta de que tienes una pizca de acento americano.
/¡no puede ser!-pensó James-¡Dumbledore está atrayendo la atención de Alissa más que yo! ¿como puede ser eso posible?/
El director, que se había quedado conversando animadamente con Alissa, de repente paró en seco y miró a Harry.
-estás mas paliducho... ¿te sientes bien Harry?
-si señor-contestó el chico con una leve sonrisa, pero sin despegar la vista de su plato.-solo tengo mucha hambre... no es nada.
-y por lo que veo, mucha sed-añadió el director, mirando con preocupación como Harry se bebía su vaso de jugo de calabaza de un solo trago.
-un poco... es que llevo toda la tarde jugando Quidditch... estoy muy hambriento y sediento...
-yo diría que demasiado para un niño de su edad...-susurró Dumbledore, bastante audible para Alissa, James, Remus y la profesora McGonagall.
-n-no es lo que creo que es... ¿cierto?-preguntó la profesora McGonagall, mirando con preocupación al chico, que se ya se había vuelto a concentrar en su comida.
-voy a seguir haciéndole preguntas-susurró Dumbledore-no intervengan.
Los demás asintieron y Dumbledore volvió a llamar la atención de Harry.
-tal vez suene rara la pregunta muchacho... ¿vas al baño muy a menudo últimamente?
-tal vez suene rara la respuesta... pero si, un poco... ¿a que viene la pregunta señor?
-quiero comprobar algo... ¿podrías levantarte Harry?
El ojiverde, obedientemente, se levantó y miró con cara de preocupación al director, con una mirada que claramente decía: ¿se habrá vuelto loco o que?
-estas muy delgado...-murmuró el anciano- ya puedes sentarte Harry... ¿podrías cambiarle de asiento a Remus? necesito hablar con el...
Harry y Remus, cambiaron sus platos y se sentaron en sus nuevos puestos. Remus volvió su mirada a Harry y murmuró:
-ya volvió la atención a su comida...
-si, tiene mucha hambre...-respondió Dumbledore dirigiendo su mirada a Harry- ¿todos piensan lo que yo?
-si... creo... ti-tiene diabetes...-respondió Alissa.
-¿que?-preguntó James- n-no puede ser posible... e-es un niño sa-sano...
-tiene todos los síntomas James-contesto el director- mucha hambre, mucha sed, va mucho al baño... y, ¿últimamente está comiendo mucho?
-si-respondió el padre, muy preocupado-ahora que lo pienso si...
-hay que llevarlo a San Mungo, ahora-sentenció Dumbledore-antes de que ocurra algo peor.
-dejémosle terminar su comida, y después, tranquilamente, lo llevamos...
-buena idea-dijeron todos al unísono.
/genial-pensó James con amargura-Harry tiene diabetes y no voy a poder preguntarle a Alissa la pregunta de oro... ¿porque tengo tan mala suerte?/
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