martes, 8 de abril de 2014

cap.9: curiosidad merodeadora.


Remus estaba sentado en una silla, en la habitación 312 junto a la cama de su amigo James, que comía ranas de chocolate. Al otro lado de el había una cortina, que tapaba la cama de su alumno favorito, el hijo de James, Harry. El muchacho había estado muy grave, y eso lo había dejado muy débil, por lo que todavía, aunque hubieran pasado 3 días desde el incidente, Harry no despertaba.
Remus fijo su vista en la cortina y pensó: >>¿que le diría a James cuando preguntara por Harry?<<
James todavía no sabía nada de lo que había pasado, seguía creyendo que tenía 21 años, seguía creyendo que Harry tenía 1 año y que Lily estaba viva, seguía creyendo que Sirius era su amigo y que Peter estaba vivo; y Remus tenía mucho miedo para ponerlo al día. Le daba miedo que las fuertes noticias que tenía que recibir, lo dejaran en coma de nuevo, asique iba a esperar hablar con Dumbledore, que venía a ver a James esa tarde, para consultar con el que podían hacer.
-¿en que piensas Lunático?-preguntó James sacándolo de su ensimismamiento.
Remus lo miró y sonrió, no podía creer que tenía a su amigo de vuelta.
-en nada...-contestó.
James, que mientras estaba en coma había madurado físicamente, también había madurado mentalmente, ya no tenía la mente de un joven de 21 años, sino la mente de un hombre de 34.
-¿en nada? ufff... que aburrido-James sonrió y se metió otra rana de chocolate- extrañaba las ranas de chocolate... ¿cuanto tiempo estuve en coma?
Remus se puso pálido...¿como le iba a responder eso?... tendría que inventarse una excusa.
-no se... yo también entre en coma... desperté como tres días antes que tu...
-¿tu también entraste en coma?... ¿que hice... o hicimos, para entrar en coma?-preguntó James, desde que había despertado, era un hervidero de preguntas, pregunta que Remus no siempre podía contestar.
-no se... no me acuerdo...-se dio cuenta de que parecía tonto, así que desperezó y se levantó.
-voy a comprar algo para comer... tengo hambre
-ah...¿querías?-le preguntó James mostrándole una cajita vacía de ranas de chocolate.
Remus sonrió y dijo:
-si... pero como ya te las comiste...
-me haces sentir mal-James se cruzó de brazos, se acosto de nuevo sobre las almhoadas, ya que estaba sentado, y frunció el ceño fingiendo enojo.
-eres todo un actor James
James se volvió a sentar y sonrió.
-lo se... estoy aburrido Lunático... ¿cuando voy a poder salir de aquí?
-no lo se James... cuando te recuperes...-respondió Remus sonriendo.
-ya me recuperé...-dijo James con tono somnoliento.
-claro que te recuperaste... tanto que cuando ayer te paraste, te desmayaste.
-bueno, era la primera vez... ¿cuanto a que si ahora me paro, no me desmayo?-James hizo un ademán de levantarse, pero se sintió mareado y se volvió a sentar.
-¿ves?-le dijo Remus con todo de sabelotodo.
-no molestes...-James se acostó y cerró los ojos- estoy cansado... voy a dormir un rato ¿si?
-ok... yo voy a comprar algo para comer y vuelvo.-Remus salió de la habitación y cerró la puerta despacio.
James se estaba quedando dormido, sentía tanto sueño... Pero un ruido que venía de detrás de las cortinas que había a su lado, lo despertó. No tenía idea que había detrás de aquellas cortinas, cuando se lo había preguntado a Remus, este no le había querido responder. El sonido era de alguien que sollozaba. Se levantó y se acercó a la cortina, tenía mucha curiosidad y quería ver quien estaba detrás de esas cortinas. No pudiendo soportar más, las aparto de su camino para dar paso a una cama, en la que había un niño de pelo negro alborotado, vestido con un pijama de rayas, rojo y tapado hasta el pecho. Su pelo estaba empapado por el sudor, parecía que tenía fiebre. Se acercó a él y poco a poco fue recordando cosas:
-¡Lily corre! ¡es el! ¡yo lo detendré!
-James... te amo....
-¡yo igual! ¡llévate a Harry! ¡cuídalo! ¡te amo pequeño!
Ese era Harry... lo reconocería en cualquier parte... pero ya no era el bebé de un año... ahora era un muchachito de unos 13 años. Se acercó a la mesita de noche del muchacho, en donde estaba su varita, sus anteojos redondos, iguales a los suyos, y su expediente médico. Tomó el último y lo empezó a leer:
Harry James Potter
Edad: 13 años.
Esta en San Mungo por: un paro cardiorespiratorio.
Estado: inconsciente.
Ese pequeñito era Harry, su hijo. Se sentó en una silla junto a su cama y le tomó su fría mano. Se la empezó a acariciar, el muchacho sollozaba desesperado, James lo entendía... tenía mucha fiebre. Con la otra mano le apartó el sudado pelo de la cara, para revelar una cicatriz en forma de rayo. James quedó sorprendido, ¿como se había echo eso?. No importaba, después se lo preguntaría. Le empezó a acariciar el pelo y le susurro:
-tranquilo Harry... papá esta aquí...
Harry dejó de sollozar y sonrió en sueños. 
Ese muchacho era su hijo... tenía 13 años... ¿tanto tiempo había perdido de la infancia de su hijo? ¿porque estaba en ese estado? ¿como se había echo esa cicatriz?.
Ahora que lo tenía a su lado... prometía no volver a dejarlo de nuevo.

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