miércoles, 9 de abril de 2014

cap.35:Peter.

Remus se convirtió y James y Sirius lo imitaron, olvidándose de Peter, que aprovecho para convertirse:
y salió corriendo lo más rápido que pudo en dirección al bosque, donde se podría esconder. Empezó a corretear entre los tan conocidos arboles, por los que muchas veces había corrido en su juventud, cuando James Potter todavía confiaba incondicionalmente en el, y cuando Sirius Black y Remus Lupin lo defendían con su vida. Extrañaba mucho esos momentos, en donde se sentía seguro junto a las personas que más había querido en su vida. Pero lo echó todo a perder cuando los traicionó, y ya no podía hacer nada, porque gracias a el había muerto Lily, y eso no se lo perdonarían jamás. Siguió corriendo por el bosque, con la intención de salir de los límites del colegio y poder desaparecerse. ¿que haría ahora? ni el mismo lo sabía. Había escuchado que el Señor Tenebroso se había alzado de nuevo, así que lo mejor que podría hacer sería unirse al el para estar seguro. Se detuvo en un arbusto, donde desde pequeño había sacado unas moras, unas moras tan deliciosas que en las lunas llenas, cuando eran jóvenes, todos se sentaban en su forma animaga a comer ahí. Sacó unas cuantas y, en su forma de ratón, se las comió. En eso, escuchó un ruido que lo asustó más que ninguno:pasos. ¿y si Sirius o James lo estaban buscando?. Se escondió en el arbusto y observó a Snape, caminar por el bosque, mientras refunfuñaba:

-te atraparé Potter... te atraparé.

/lo unico que te llevarás será una buena mordida por parte de Remus y Sirius y las astas de James en tu trasero-pensó Peter con diversión-yo que  tu corro, Quejicus/

Snape, se había quedado en la casa de los gritos, estupefacto, pero ahora había salido en busca de James Potter. 

Peter siguió caminando, sin prestarle atención a Snape, que siguió caminando hacia un lugar distinto que el de la rata. Entonces, detrás suyo, apareció un hombre lobo, que el conocía muy bien, Remus Lupin. Remus, al mirar a la rata, la reconoció al instante.

/ahora no te vas a escapar rata asquerosa-pensó Remus con malicia/ 

Siguió a Peter sigilosamente por detrás, sin que la rata se diera cuenta, y, cuando estaba a punto de salir de los límites del colegio, la agarró por la espalda con los dientes. Peter comenzó a chillar como loco, pero Remus no le hizo caso, y lo llevó a donde James y Sirius se habían sentado a comer moras de ese arbusto que tanto les gustaba. Dejó a la rata en medio del perro y el ciervo, los cuales la retuvieron y, Sirius, incandole un diente en la espalda, lo dejó inconsciente. Y siguieron con su noche Merodeadora, conscientes de que al otro día tendrían que afrontar a esa pequeña rata que estaba frente a ellos.

martes, 8 de abril de 2014

cap.34:Luna Llena.


(POR FAVOR COMENTEN, PLEASE COMENT)
Cuando salieron del sauce boxeador, tuvieron que detenerse un poco porque Ron estaba muy a dolorido.
-tranquilo señor Weasley, yo lo curaré.-dijo Dumbledore acercándose al chico y curándole el pie.
-gracias profesor...-dijo Ron levantándose. 
-¡por fin seré libre!-exclamó con emoción, Sirius, que estaba junto a James. Remus estaba ocupado en mantener a Peter tranquilo.
-¡callate rata!
Peter, por su parte, lloriqueaba desesperado ante la idea de que los dementores le dieran el beso, cosa que Sirius le había recordado todo el camino con una gran sonrisa. 
-Re-remus... por favor... no me entregues...
James, enojado, se acercó a Peter y gritó:
-¡claro! ¡tu no quieres que te entreguemos, pero tu si nos entregaste a Lily, a Harry y a mi! ¡eres un traidor Pettigrew, un traidor!
Dumbledore se acercó a James, y, poniéndole una mano en el hombro, dijo:
-James... cálmate... ya recibirá su castigo...
Empezaron a caminar en dirección al castillo, todos nerviosos por lo que iba a pasar, pero nadie más que Sirius. Entonces, cuando todo parecía perfecto, Remus empezó a tiritar. Dumbledore, preocupado, preguntó:
-¿Remus? ¿estas bien?
Remus negó con la cabeza, cerró los ojos y logró decir:
-corran... ya.
Sirius, que captó el mensaje de Remus, gritó:
-¡se va a  convertir! ¡CORRAN!
Dumbledore, preocupado por los alumnos mas que por nadie, agarró a Harry, Ron y Hermione y empezó a correr con ellos al castillo.
-¡MI PAPÁ!-gritó Harry, tratando se volver junto a su padre.
-¡Harry!-exclamó Dumbledore agarrando el brazo de Harry-¡va a estar bien!
-¡NO! ¡PAPÁ!-gritó Harry con desesperación, forcejeando con Dumbledore. 
Albus fijó su vista en Ron y Hermione y exclamó:
-¡ustedes corran! ¡de vuelta al castillo!
Los chicos obedecieron y siguieron corriendo, sintiéndose culpables por dejar a Harry así.
-¡vamos muchacho! ¡es peligroso! ¡por favor!-Dumbledore, sin saber que hacer, sacó su varita y apuntó  a Harry-¡desmaius! 
Y Harry cayó, inconsciente, el los brazos del director, que lo puso sobre su hombro y comenzó a correr al colegio.
James y Sirius miraban desesperados a Remus, que en ese mismo minuto sufría la transformación.
James miró a Sirius y gritó:
-es hora de que nos trasformemos ¿no crees?
Sirius sonrió y respondió:
-¡como en los viejos tiempos Cornamenta! 
Y se transformaron, Sirius, en el gran perro negro:
y James en el majestuoso ciervo:
Y volvieron los tres juntos, como los viejos tiempos, a pasar una noche merodeadora.

cap.33:Snape el entrometido.


James miró a Snape con sorpresa, al igual que Harry, Ron, Hermione, Remus y Sirius. 
-¿que haces aqui Quejicus?-preguntó acercándose amenazador.
-sabía que ustedes estaban ayudando a Black, lo deduje... 
-Snape y sus deducciones brillantes-intervino Sirius acercándose al igual que James. 
Remus puso una mano en el hombro de James y Sirius y dijo:
-tranquilos... tranquilos...
-¿Papá?-James fijó su vista en Harry, que tiritaba-¿que me pasa?
James se acercó a Harry preocupado, tiritaba y se veía pálido. Miró a Snape y vio que apuntaba a su hijo con su varita.
-¡deja a mi hijo maldito grasiento! 
-lo dejaré si ustedes se entregan a los dementores-dijo Snape con voz maliciosa-que es lo que corresponde...
-¡jamás!-exclamó Remus.
Snape movió su varita y Harry empezó a tiritar con más fuerza. 
James se acercó a su hijo y lo sentó en la cama, mirandolo con preocupación.
En eso, la puerta se abrió nuevamente, y por ella apareció Dumbledore, empuñando su varita. Snape, al ver a Dumbledore bajó rápidamente la varita y Harry cayó débil en los brazos de su padre. Dumbledore miró a Sirius con desconfianza y fue corriendo donde Harry, se lo quitó de los brazos a James y lo abrazó, pensaba que había perdido al muchacho.
-¿como te sientes muchacho?-susurró, acariciándole el pelo.
-bien... mejor.-Harry, con ayuda de Dumbledore, se sentó y miró a todos los presentes con confusión.
-¿que esta pasando aquí?-preguntó Dumbledore con voz que denotaba enojo.
-estos tontos están aquí ayudando a Black, los descubrí señor.-respondió Snape con una sonrisa de suficiencia. Dumbledore miró a Harry, que negó con la cabeza.
-Sirius es inocente señor-intervino James, y le contó toda la historia de lo que realmente había pasado. 
Dumbledore escuchó la historia en silencio, pero con sorpresa. Ayudó a Harry a levantarse y lo sentó en la cama, después de eso, se acercó a Snape y apuntándolo al pecho con la varita.
-confío en tí Severus... pero no te voy a volver a aguantar que hagas eso... Harry no te ah hecho nada... ¿te quedó claro?
Snape asintió en silencio. 
-¿donde esta Peter?-preguntó Dumbledore dirigiéndose a Sirius, el cual apuntó a la rata de Ron. 
-Ron, dame tu rata
Ron negó con la cabeza, asustado. Dumbledore, entendiendo que Ron quería mucho a esa rata, se acercó a él, y le dijo:
-chico... voy a hacerle un hechizo para ver si es animago... si no lo es, quedará intacto. 
Ron asintió y le pasó la rata a Dumbledore, el cual hizo el hechizo. Después de unos minutos, pudieron ver a Peter Pettigrew frente a ellos, asustado y mirando a todos lados con desesperación. 
-como me lo imaginaba... Peter Pettigrew...-dijo James con rabia.-maldita rata traidora...
-maldito imbécil...-susurró Remus.
-estas muerto Peter, muerto...-dijo Sirius. 
Sirius y Remus apuntaron a Peter con sus varitas, dispuestos a lanzar el maleficio que acabaría con la vida del traidor, pero James se puso entre Peter y las varitas y dijo:
-¡no! ¡no lo maten!
-¿que?-preguntó Remus confuso. 
-¿ERES IMBÉCIL?-gritó Sirius-¡EL MATÓ A TU ESPOSA!
-¡no quiero que mis mejores amigos se conviertan en asesinos por él... el no vale la pena. Además, no quiero que Harry, Ron y Hermione vean eso...
Dumbledore, que se había sentado junto a Harry, lo había abrazado sin dejarlo ver a Peter, asintió con la cabeza, orgulloso de James. 
-lo llevaremos al castillo-continuó James-y se lo llevarán los dementores... ¿ok?
Remus y Sirius asintieron, apesadumbrados. Dumbledore se levantó con un brazo rodeando los hombros de Harry. Remus ayudó a Ron y Hermione y Sirius y James se llevaron a Pete, mientras que Snape los seguía por detrás. Sin saber, que en ese mismo minuto, la luna llena estaba apareciendo por el cielo.

cap.32:Remus se entera de la verdad.

James corría por los pasillos de Hogwarts en dirección al despacho de Remus. Cuando llegó, tocó la puerta y fue recibido por un tranquilo "pase" de Remus. Entró, cerro la puerta y se sentó en la mesa frente al escritorio de Remus. 
-¿estas bien James?-preguntó Remus, al verlo tan alarmado.
-si, por ahora... tengo que contarte algo Remus...
-ya lo se...
-¿que?-preguntó James confuso.-¿como lo supiste?
-¡todo el castillo lo sabe James!
-¿c-como?-preguntó James preocupado-¿no estas enojado?
-¿porque habría de estarlo?-preguntó Remus confuso.
-espera, espera.-James cerró los ojos y después de ordenar sus ideas, dijo:-¿de que hablas?
-¿tu de que hablas?-preguntó Remus.
-no, tu primero.
-de que te vas a casar con Alissa... 
-aaaaah... eso... si bueno, todavía no le entrego el anillo, pero lo tengo compra...-James sacudió la cabeza-pero eso no importa ahora, tengo algo muy importante que decirte, MUY importante.
-¿que?-Remus parecía asustado, sabía que cuando James tenía algo muy, MUY importante que decirle, era o una mentira o malas noticias. 
-Sirius es inocente.-la habitación quedó en silencio, James esperando a ver la reacción de Remus, y Remus decidiéndose si creerle o no.
-¡Ja! que buena broma James, ja ja ja.-Remus volvió la vista a sus papeles y siguió trabajando.
-¡no es mentira Remus! ¡por amor de Dios! ¡no siempre hago bromas! ¡no haría una broma con algo como esto! 
-¡¿como te voy a creer semejante estupidez?! ¡NO MIENTAS CON ESO!
-¡NO ESTOY MINTIENDO! ¡EL VERDADERO TRAIDOR ES PETER, QUE SE HIZO EL MUERTO, Y EN ESTE MINUTO ESTA SIENDO CAPTURADO POR SIRIUS! ¡TU SABES LO PELIGROSO QUE ES PETER! y... necesito ayuda... Harry... esta con Sirius... pero si Pete le llega a hacer algo... no me lo perdonaría. 
-¿que... ¡¿HARRY CON SIRIUS BLACK?! ¿que estamos esperando?-Remus se levantó de la silla y el y James empezaron a correr en dirección al sauce boxeador. 
Cuando llegaron, Remus agarró una rama larga que había y apretó el nudo del árbol, y los dos pasaron por la entrada secreta en dirección a la casa de los gritos. Cuando llegaron, subieron a la habitación que Remus siempre había usado para sus transformaciones y cuando estaban a punto de entrar escucharon a Harry gritando:
-¡maldito! ¡usted mató a mi madre!
Entraron, causando una gran impresión en todos, sobre todo en los niños. James miró a Harry y fue a abrazarlo.
-¿estas bien?
Harry asintió y dijo:
-papá... ahí esta Black... mátalo... el mató a mamá.
-el no mató a mamá... fue Peter Pettigrew... el mató a mamá... el la mató-James, sin poder soportarlo, comenzó a llorar, se separó de Harry y miró a Remus y Sirius, que en ese minuto se estaban abrazando. 
-lo siento Sirius-susurraba Remus.
-lo siento Remus-susurraba Sirius.
James se fijó en que Ron estaba herido, se acercó a él y le revisó la pierna.
-¿te duele mucho Ron?
Ron asintió.
-vas a estar bien pequeño-James le entabló el pie con mucho cuidado.-listo, dolerá menos. ¿Hermione estas bien?.
Hermione asintió y, mirando al profesor Lupin dijo:-¡es un hombre lobo!
-es hora de que les contemos la historia...-dijo Remus con pesar.
-ya la saben...-dijo James.-les dije que te apoyamos mucho con un problemita y que nos convertimos en animagos por eso... pero no les dije que problemita... pero al parecer Hermione lo adivinó sola.
-no es difícil.-dijo Hermione sin poder ocultar cierto orgullo. 
Harry no podía creer lo que estaba escuchando, su padre era amigo de un asesino y de un hombre lobo, y hablaba de eso como si nada. 
-¿y que pasa con ese imbécil?-preguntó Harry con enojo.
-este imbécil, que dices tu, fue el que trató de vengarnos, y por eso lo tildaron de asesino.-explicó
James-Peter Pettigrew, al que Ron tiene en sus manos, fue el culpable de la muerte de mamá. 
Harry se quedó perplejo, y, estaba a punto de preguntar como sabían que Scabbers era Pettigrew, pero la puerta se abrió de golpe, dando paso a Snape, que, con una sonrisa maniática, dijo:
-aquí están... por fin, los atrapé.
Continuara...

cap.31: "¡tengo a la rata!"

El año escolar estaba terminando, solo faltaban 2 semanas para que esa maravilla pasara. Harry, aunque Voldemort hubiera vuelto, se sentía feliz de que el año terminara, porque podría pasar su primer verano junto a Alissa y su padre, que por cierto estaban teniendo una romántica relación.
La orden del Fénix ya había sido llamada a juntarse de nuevo, y ahora contaba con más participantes que nunca, los nuevos que se habían anotado, y los antiguos. 
Aunque Voldemort hubiera vuelto, se sentían más seguros que la última vez, y eso era algo.

James se encontraba mirando por la ventana de su despacho en dirección a la casa de Hagrid, donde su hijo, Ron y Hermione se dirigían en ese minuto. Harry le había dicho a James que se le habían quedado los apuntes de pociones en la casa de Hagrid y que los tenía que ir a buscar, James le dio permiso, pero tenía claro que Harry mentía. James sabía que Harry y sus amigos se dirigían a la casa de Hagrid porque ese día ejecutaban a Buckbeak, su hipogrifo, y querían apoyarlo. 
/por lo menos se que Sirius está por allí... el lo cuidará-pensó James, un poco más tranquilo./
Se separó de la ventana y empezó a corregir los exámenes finales de Encantamientos de los alumnos de primero, que de por si estaban muy buenos. 
/soy un buen profesor-pensó James con orgullo./
En eso tocaron la puerta. James se levantó, abrió, y se encontró con la sonriente cara de Alissa Thompson.
-¿como está mi Rulos?-preguntó James abrazándola.
-bien, y mi guapo-respondió Alissa cerrando la puerta.
-guapo como siempre.
-¡ja!
Alissa y James se besaron y James volvió a corregir examenes, con Alissa sentada enfrente.
-¿a que debo el honor de esta visita?-preguntó James.
-hay algo que quiero hablar contigo James...
-diga
-¿verdad que hemos pensado en casarnos?-preguntó Alissa.
-sip-contestó James.
-bueno... si nos casamos... creo que deberíamos adoptar un hijo.
James levantó la cabeza sorprendido.
-¿que hagamos que? ¿no te basta con Harry?
-estoy feliz con Harry, James, pero me gustaría que Harry tuviera un hermano. Tu sabes que no puedo tener hijos.
James se levantó y abrazó a Alissa por detrás.
-estamos bien con Harry, cariño-dijo acariciándole el pelo.
-Harry merece un hermano. Vamos amor, di que si-rogó Alissa.
-ok... puede ser-contestó James-¿y de que edad te gustaría adoptarlo.
-escucha, Dumbledore me contó de un niño que esta en primer año que es huérfano, dice que le da mucha tristeza verlo porque siempre esta solo.
-¿como se llama?
-Jack Anderson.
-¡ah! el pequeño Jack... ¿ese niño de pelo castaño rojizo, flaco y pequeño que siempre esta solito?
-ese...-contestó Alissa- ¡vamos James! 
-¿sabes?-preguntó James-¡tienes razón! ¡ese niño merece una familia!
-¡y ademas es solo 2 años menor que Harry!-contestó Alissa con una sonrisa.
James empezó a caminar por la habitación.
-compraremos una casa, y lo adoptaremos en estas 2 semanas, para que pase las vacaciones con nosotros...
-¡buena idea!-contestó Alissa.
-se lo dire a Harry, estará feliz...
Pero un picoteo en la ventana interrumpió a James, era una lechuza con pergamino atado a la pata. James abrió la ventana y le desabrochó el pergamino, lo abrió y empezó a leer.

James:
Tengo a la rata, pero lo malo es que tuve también que atrapar a Ronald Weasley, el amigo de Harry. Estoy seguro de que Harry y Hermione vienen en camino a rescatarlo. Apresúrate. 
¡TENGO A LA RATA!

Sirius.

James, sin decirle nada a Alissa, salió corriendo de su despacho, en dirección al de Remus. Era hora de que Remus supiera la verdad sobre Sirius. 

cap.30:el regreso de Lord Voldemort.

James, Harry, Dumbledore, Alissa, Remus y la profesora McGonagall; se encontraban en San Mungo. Harry estaba siendo revisado por los sanadores, que pensaban exactamente lo mismo que Dumbledore, y los demás estaban sentados en el pasillo fuera de la habitación de Harry. James, que estaba sentado al lado de Alissa, hacía todo lo posible por no mostrarse nervioso, pero le era prácticamente imposible. Lo que más quería en ese minuto era que Dumbledore se equivocara, que por una vez en la vida, el director no tuviera razón en cuanto a su hijo. Pero, por lo que decían los sanadores, una vez más, Dumbledore tenía razón. James, distraídamente, dirigió su vista  a Alissa, a la que le había tomado la mano. Alissa lo miró y dijo:
-no es diabetes.
James, impresionado por las palabras de Alissa, contestó:
-¿como lo sabes?
-¿la verdad?... no lo se... solo se que lo se, ¿se entiende?-preguntó mirando con cara confusa.
-creo que si...-respondió James, haciéndose el entendido, aunque realmente no había entendido una palabra de lo que había dicho Alissa.
-mentira
-bueno, si... no entendí nada de lo que dijiste. 
-es... no se... instinto maternal, por así decirlo... pero estoy segura que no es diabetes. 
-hablemos con Dumbledore... creo que el te podría entender mejor que yo. 
James y Alissa se levantaron, todavía tomados de la mano, y se dirigieron a las sillas que tenían enfrente suyo, al otro lado del pasillo, donde Dumbledore y McGonagall conversaban gravemente. 
-pero Minerva... Harry no va a poder inyectarse solo por los primeros meses, tienes que entenderlo, va a ser difícil para el...-decía Dumbledore, con una voz que denotaba que se estaba empezando a enojar. 
-¡Albus! ¡no le puede pedir a cada profesor de la escuela que inyecte a Potter solo porque el no sabe hacerlo! ¡tiene que aprender y punto!-contestó la profesora McGonagall, que estaba todavía más enojada que Dumbledore. 
-¿profesor Dumbledore?-interrumpió James.
Dumbledore, que parecía feliz de tener un motivo por el cual tener que dejar la pelea, contesto con una gran sonrisa:
-¿si James? ¿en que puedo ayudarte?
-es que... Alissa, explícale tu... yo no entendí nada de lo que me dijiste...
-profesor, tal vez suene raro lo que le voy a decir... pero creo que Harry no tiene diabetes, de hecho, estoy segura de que Harry no tiene diabetes...
-¿y en que te basas para decir eso?-preguntó, muy acaloradamente, la profesora McGonagall-¿acaso eres sanadora? ¿tienes experiencia en la medicina?
-Minerva, cálmate por favor-intervino Dumbledore haciendo un ademán de impaciencia.-¿por que dices eso?
-no lo se... es como... instinto maternal por así decirlo...-contestó Alissa, sorprendida por la reacción de la profesora McGonagall-estoy segura de que no es diabetes...
-¿instinto maternal?... a veces el instinto maternal puede ser muy certero, pero creo que no deberíamos arriesgar a Harry por un instinto maternal... ¿que dices James?
-no se que pensar profesor... por una parte, no sería prudente arriesgar a Harry, pero por otra parte, Alissa puede tener razón y ahí de igual manera estaríamos arriesgando a Harry, si le dan remedios para la diabetes y el no tiene esa enfermedad. 
-tienes razón James...-contestó Dumbledore, asintiendo con la cabeza-pero por ahora aferrémonos a lo que dicen los sanadores. 
James y Alissa volvieron a sus asientos, se sentaron y se quedaron callados por unos segundos, hasta que de repente, la mano de Alissa, que seguía entrelazada con la de James, se apretó fuerte mente, sobresaltando al cuatro ojos, que inmediatamente preguntó:
-Alissa, ¿que pasa?
-va a pasar algo
-¿como?
-va a pasar algo... James, ve por Harry
-¿que?
-¡ve por Harry!
James se levantó, obediente, y se dirigió a la puerta del niño, pero antes de que siquiera pudiera tocar el pomo de la puerta, las luces se apagaron. James se quedó quieto, agudizando el oído para ver si escuchaba algún sonido. Entonces, fue cuando escucho un grito, un grito desgarrador y lleno de dolor, y solo cuando terminó, fue que se dio cuenta de que ese grito era perteneciente a su hijo. Desesperado, James tanteó en la oscuridad en busca del pomo de la puerta. Cuando lo encontró, entró rápidamente y empezó a tantear para encontrar la cama de su hijo.
-¡Harry! ¡Harry!-gritaba desesperado.
-que adorable...-dijo una voz, una voz que James no había oído hacía mucho tiempo, una voz fría y siseante, que imitaba mucho el sonido que hacían las serpientes, era Lord Voldemort- el padre preocupado esta aquí para salvar a su hijo...
-¡Voldemort! ¡Enciende la luz maldita serpiente asquerosa! 
-si así lo quieres...
La luz se encendió y James pudo vislumbrar a Voldemort, parado junto a la cama de su hijo, y a Harry, mirando con cara aterrorizada a la "serpiente asquerosa".
-eh vuelto... ya nadie va a poder escapar de mi...-y después de una risa malvada, desapareció.
Justo en ese minuto, entraron Dumbledore y Alissa por la puerta.
-¡James! ¿que sucedió?-preguntó Dumbledore, muy agitado.
-Voldemort volvió, acaba de estar aquí...-contesto James, que tenía a Harry abrazado fuertemente con el pecho.
-tenías razón Alissa, Harry no tiene diabetes.-comentó Dumbledore, después de acercarse a Harry y ponerle una mano en la frente. 
-¿entonces que tiene?-preguntó James. 
-la vuelta de Voldemort debió de haberlo afectado, haciéndolo tener mas hambre y sed, y adelgazar más.
-¿como...-comenzó James.
-tu como yo sabemos que Harry y Voldemort están unidos por una maldición mal lograda. Ahora se explica todo perfectamente. 
-que bien, por lo menos hay algo bueno en todo esto... Harry no tiene diabetes...
-de hecho, ahora que lo pienso, no tengo hambre...-sonrió Harry. 
Todos rieron, excepto Alissa, que miraba a James y a Harry con preocupación.
-¿que ocurre Alissa?-preguntó James.
-que... ahora tu y Harry están en peligro. 
-si... pero tu nos podrás proteger... 
-¿yo que...
-Alissa, ¿quieres ser mi novia?
Alissa, impresionada por la pregunta, se abalanzó a las brazos de James y dijo:
-¡si! ¡claro que si James!
-que bien, ahora me siento seguro-susurró James, y después le dio un beso como no lo había dado en mucho tiempo.

cap.29:cena de navidad.

James y Remus corrían por los pasillos de Hogwarts en dirección al Gran Comedor, donde los esperaba la cena de navidad, a la cual ya llegaban tarde.
Remus, que corría unos centímetros detrás de James, lo miraba con ojos llenos de preocupación. 
/¿como puede ser tan irresponsable?-pensó Remus-se acaba de desmayar y ya está corriendo de nuevo... sigue siendo el mismo James de siempre/
Cuando llegaron, se encontraron con una única mesa en el gran comedor, la mesa de los profesores, a la cual también había sentados unos cuantos alumnos.  
-¿que hora es?-preguntó James en un susurro a su amigo.
-las 8:00pm-contestó Remus observando su reloj.
-¿como? cuando llegué a tu despacho eran recién las 3... 
-pasaste mucho tiempo desmayado querido amigo... ¿que te parece si entramos?
-si, vamos. 
James y Remus ingresaron rápidamente al Gran Comedor, donde James se sentó junto a Harry que estaba al lado de Alissa, y Remus tomó asiento junto a James. James se inclinó en la mesa para ver junto a quien estaba sentada Alissa, y se encontró con la sonriente y amable cara de Albus Dumbledore, que en ese momento hablaba animadamente con la profesora McGonagall, que estaba sentada al otro lado del profesor. Los ojos de James se encontraron con los hermosos ojos de Alissa, que se había inclinado, al igual que el, en la mesa para poder verlo. James, que no estaba preparado para la mirada sorpresa se rulos, se sonrojó y sonrió con la sonrisa que, a su gusto, era la más idiota que había puesto en su vida ante una chica.
-bueno-dijo Dumbledore, sacando a James de su ensimismamiento- ya que estamos todos, creo que es hora de partir la cena. 
James, después de todos los segundos que llevaba allí, se dio cuenta que estaba ante una mesa con los mas exquisitos manjares: pavos, pollos, carne de todo tipo, ensaladas de todos los tipos existentes, y mucho, mucho más. James, que no se había dado cuenta lo hambriento que estaba, empezó a atacar una pierna de pollo muy parecido a como lo hacía Sirius. Eso lo hizo reír, y quedar como un imbécil frente a toda la mesa. 
/ahora seré conocido por todos como "el enfermo que se ríe solo-pensó James, que no podía estar más sonrojado/
-bueno-dijo Dumbledore-¿tu eres Alissa Thompson? 
-si, soy yo-respondió Alissa tímidamente. 
-¿toda tu vida as vivido en Gran Bretaña?-preguntó Dumbledore, poniendo cara de confusión- porque la mayoría de los alumnos que viven en Gran Bretaña e Irlanda vienen a estudiar a Hogwarts. Y, con solo verte, me doy cuenta de que tienes la misma edad de James, osea que yo debería haber sido tu director, y jamás te vi en el colegio. 
-no-respondió Alissa riendo por la cara del director- crecí en América, en Estados Unidos... vine a vivir a Gran Bretaña hace 5 años. 
-¡ah!-exclamó Dumbledore con una sonrisa-por eso el acento...
-si-rió Alissa-estoy tratando de mejorar mi acento británico... 
-y los estas haciendo muy bien-añadió Dumbledore-si no fuera por lo que me acabas de contar, no me habría dado cuenta de que tienes una pizca de acento americano.
/¡no puede ser!-pensó James-¡Dumbledore está atrayendo la atención de Alissa más que yo! ¿como puede ser eso posible?/
El director, que se había quedado conversando animadamente con Alissa, de repente paró en seco y miró a Harry.
-estás mas paliducho... ¿te sientes bien Harry?
-si señor-contestó el chico con una leve sonrisa, pero sin despegar la vista de su plato.-solo tengo mucha hambre... no es nada. 
-y por lo que veo, mucha sed-añadió el director, mirando con preocupación como Harry se bebía su vaso de jugo de calabaza de un solo trago. 
-un poco... es que llevo toda la tarde jugando Quidditch... estoy muy hambriento y sediento...
-yo diría que demasiado para un niño de su edad...-susurró Dumbledore, bastante audible para Alissa, James, Remus y la profesora McGonagall. 
-n-no es lo que creo que es... ¿cierto?-preguntó la profesora McGonagall, mirando con preocupación al chico, que se ya se había vuelto a concentrar en su comida. 
-voy a seguir haciéndole preguntas-susurró Dumbledore-no intervengan.
Los demás asintieron y Dumbledore volvió a llamar la atención de Harry. 
-tal vez suene rara la pregunta muchacho... ¿vas al baño muy a menudo últimamente? 
-tal vez suene rara la respuesta... pero si, un poco... ¿a que viene la pregunta señor?
-quiero comprobar algo... ¿podrías levantarte Harry? 
El ojiverde, obedientemente, se levantó y miró con cara de preocupación al director, con una mirada que claramente decía: ¿se habrá vuelto loco o que?
-estas muy delgado...-murmuró el anciano- ya puedes sentarte Harry... ¿podrías cambiarle de asiento a Remus? necesito hablar con el...
Harry y Remus, cambiaron sus platos y se sentaron en sus nuevos puestos. Remus volvió su mirada a Harry y murmuró:
-ya volvió la atención a su comida...
-si, tiene mucha hambre...-respondió Dumbledore dirigiendo su mirada a Harry- ¿todos piensan lo que yo?
-si... creo... ti-tiene diabetes...-respondió Alissa. 
-¿que?-preguntó James- n-no puede ser posible... e-es un niño sa-sano... 
-tiene todos los síntomas James-contesto el director- mucha hambre, mucha sed, va mucho al baño... y, ¿últimamente está comiendo mucho? 
-si-respondió el padre, muy preocupado-ahora que lo pienso si...
-hay que llevarlo a San Mungo, ahora-sentenció Dumbledore-antes de que ocurra algo peor. 
-dejémosle terminar su comida, y después, tranquilamente, lo llevamos...
-buena idea-dijeron todos al unísono.
/genial-pensó James con amargura-Harry tiene diabetes y no voy a poder preguntarle a Alissa la pregunta de oro... ¿porque tengo tan mala suerte?/

cap.28:conversación con la pelirroja.

-¿Li-Lily?-tartamudeo James. ¿como podía ser posible? ¿estaba muerto?-¿es-estoy mu-muerto?
-¿muerto? no, solo te desmayaste...-explico Lily con una sonrisa. 
-ah... y... ¿donde estoy?
James estaba muy nervioso, no sabía que decir. Tenía a la mujer que más había amado frente a él... pero... ella estaba muerta... ¿como podía ser posible que la tuviera enfrente?
-digamos que... en una especia de sueño real... te llamé para que habláramos... tenemos cosas muy importantes de las que hablar...
De la nada, apareció un banco, también de color blanco, sobre las nubes que adornaban el lugar.
-siéntate James-Lily tenía un tono tranquilo, pero como cada vez que mandaba a hacer algo a alguien, su voz adquirió un tono autoritario. Esto último hizo que James sonriera. Sin discutir, se sentó. Lily lo imito y se quedó largos minutos mirándolo, mientras por la cabeza del hombre pasaban preguntas y preguntas que por los nervios, no lograba responder.
-y... ¿de que qui-quieres hablar?-preguntó James después de un largo rato.
-James... tu sabes que te amo, ¿cierto?-preguntó la pelirroja con sus hermosos ojos bañados en lágrimas.
-si...-respondió James, haciendo todo lo posible por contener las lágrimas que amenazaban a empezar a correr por sus mejillas.
-entonces... ¿entiendes que no me gusta verte sufriendo?
-¿¡como quieres que no sufra!?-James se levantó, enojado, y miró a su esposa con rabia y pena al mismo tiempo-¿sabes? ¡soy un humano! tu estas aquí, tranquila, mientras yo tengo que lidiar con la vida... ¿sabes como te extraño? ¡¿sabes como me haces falta?! ¿sabes lo que es para mi tener que levantarme cada día sabiendo que tu ya no estas junto a mi? ¡no, no lo sabes!
-Ja-James... se que estas triste... yo también quisiera estar junto a ti... y a Harry...
-¿Harry? ¡si quieres hablemos de Harry! bien, Harry... ¡los mortífagos están detrás de él! ¡estuvo a punto de morir! ¡¿sabes que es eso para mi?! ¡no te atrevas a apartarlo de mi lado Lily Evans!, ¡porque te lo juro que ahí se que me voy a enojar! ¡¿PORQUE TENGO QUE TENER UNA VIDA TAN DIFICIL?! ¿¡PORQUE NO PUDE MORIR YO EN VEZ DE TI!? ¡QUIERO ESTAR CONTIGO!
Dicho esto, se sentó en el banquito, y se tapó la cara con las manos, donde empezó a descargar toda su rabia, su pena y su frustración por medio de lágrimas. De pronto, sintió una suave mano en su hombro, y una dulce voz que le decía:
-cálmate James... estoy aquí, junto a ti... 
James levantó la cabeza, miró a Lily, y, como no la había hecho desde hacía mucho tiempo, la besó con ternura, mojando su hermosa cara con sus lágrimas. Después de besarla, la abrazó y empezó a llorar sobre su hombro.
-qui-quiero esta-estar con-contigo-sollozó James en oído de Lily-llevame con-contigo...
-no puedo James... Harry te necesita... Sirius te necesita... Alissa te necesita...
James levantó la cabeza y miró a Lily con cara de arrepentimiento.
-perdón... no creas que te estoy cambiando... te lo juro que no es así... ¡yo te amo! eres la mujer más hermosa que eh conocido...
-James-lo interrumpió Lily- se que me amas... yo igual a ti, ¡y claramente no me enoja lo de Alissa! ¡de hecho estoy feliz de que empieces a rehacer tu vida! ¡te lo mereces!
-no quiero tener mi vida sin ti... 
-James, escúchame, Alissa te ama, y tú la amas a ella... 
-pero... siempre voy a estar enamorado de ti...
-¡si lo se James! pero...-Lily le acarició el rostro- estoy feliz de que rehagas tu vida con alguien tan maravillosa como Alissa... es una muy buena chica, quiere mucho a Harry, te ama a ti, y aunque no lo creas, es muy parecida a mi en ciertos aspectos...
-¿como en cuales?-preguntó James, feliz por la respuesta que le acababa de dar su esposa. 
-es decidida, protectora... y tengo que decir que tiene un cierto don para mandar...
-todavía no descubro esa parte de ella... pero espero que lo que me dices sea cierto...
-claro que lo es... Hay unas cuantas cosas que tengo que advertirte... En un tiempo más vas a creer que Dumbledore está controlando a Harry, te vas a enojar con el profesor... Pero Dumbledore lo está haciendo porque le tiene mucho cariño a nuestro hijo, y no quiere que le pase nada... 
-no quiero que controle a mi hijo...
-tu dices que si me llevo a Harry, te vas a enojar. Bueno, Dumbledore va a tratar de impedir que eso pase, trata de no intervenir en sus planes ¿si amor?
-lo intentaré-contestó James, enfurruñado.
-también hay otra persona de la que debemos hablar...-comenzó la pelirroja.
-¿si? ¿de quien?-preguntó James, que empezaba a adoptar su tono despreocupado de siempre. 
-de Remus.
-¿que pasa con Remus?
-necesita tu ayuda... está muy solo... y triste. Tienes que apoyarlo mucho James-vaticinó Lily-¿si? acompáñalo en la próxima luna llena, eso le haría bien.
-lo haré, de hecho, tenía pensado hacerlo-contesto James, sonriente. 
-y Sirius... también necesita a su mejor amigo... no dejes que haga ninguna estupidez...
-no te preocupes, lo tengo controlado. 
-que bien... James, es hora de que te vayas. 
James y Lily se levantaron.
-déjame darte el último beso-rogó James. Lily asintió y James le dio el beso más apasionado que le había dado en la vida.
-james, te amo. Cuida de nuestro hijo, se feliz con Alissa, y recuerda... yo siempre estoy junto a ti...
Después de esas palabras, todo se volvió negro. 
De pronto se encontró acostado en una cama, con un paño mojado en la cabeza. Alguien estaba sentado a su lado, era Remus.
-¿estas bien?
-si... ¿donde estamos?
-en mi despacho... ¿seguro que te sientes bien?
-Remus...-comenzó James con un nudo en la garganta.
-¿que?-preguntó Remus, que parecía preocupado.
-hable con ella, la vi...
-¿ella? ¿quien es ella?-Remus parecía cada vez mas preocupado.
-Lily, hablé con Lily.

cap.27:el partido de Quidditch.

James, que ya había llegado al campo de Quidditch, fue recibido con un abrazo por parte de su hijo, que al parecer ya había volado su escoba. 
-¡Papá! ¡Esta genial!-gritó Harry al separarse de el- es muuuy rápida, ¡puedo sobre volar el campo en dos minutos!
-que bueno que te haya gustado...-respondió James- ¿y Alissa?
-esta allí arriba-dijo su hijo apuntando a lo alto del campo de Quidditch, donde se veía una manchita volando de aquí para allá- parece que le ah gustado mucho la escoba papá...
-si, se nota...
Empezó a caminar por el campo, mirando de vez en cuando hacía arriba para ver las dos manchitas que volaban en lo alto, ya que Harry se había unido a Alissa. De pronto escucho como alguien gritaba:
-¡wow! ¿¡Harry, eres tu?!
Era el amigo de Harry, Ronald Weasley. Todos sus hermanos, los que seguían en Hogwarts, venían detrás. Percy Weasley venía enfurruñado y con los brazos cruzados, como si lo hubieran obligado a ir allí. Fred y George, al igual que su hermano pequeño, miraban a Harry con admiración y gritaban:
-¡una nueva escoba!
-¡genial! ¡ganaremos todos los partidos!
Detrás de ellos venía Hermione Granger, la otra gran amiga de su hijo, que al igual que Percy, también venía enfurruñada con los brazos cruzados. Y, cerrando filas, venía la pequeña Ginny Weasley, que miraba a Harry con admiración y un sentimiento que James notó enseguida, amor. Ginny, al igual que Lily, demostraba lo que sentía a través de los ojos. Pero Harry no demostraba ningún interés en la pequeña Weasley... Eso le recordó a su propia historia de amor con Lily, solo que en su caso, era completamente al revés. Lily era la que no le prestaba atención a el. 
-estos dos van a terminar juntos... está claro...-susurró James para si mismo-va a ser la misma historia de amor que tuvimos yo y Lily, pero al revés. Al final, Harry va a terminar cayendo en las redes de Ginny. 
Harry, que había notado que los Weasley y Hermione habían entrado al campo, bajo rápidamente y se acercó a ellos. 
-¡Feliz navidad Ron, Fred, George, Percy, Hermione y Ginny!-enumeró Harry, y al ver la cara que traían Hermione y Percy, preguntó en voz baja-¿que les pasa a ellos dos?
-Percy dice que en las navidades se está en familia-explicó Fred.
-y nosotros le respondimos que toda la familia quería ir al campo de Quidditch, así que, si quiere estar en familia, nos va a tener que acompañar-terminó George.
-¿y a Hermione?
-no quería venir al campo de Quidditch, pero tampoco se quería quedar sola...-explicó Ron-ahora, hablando de temas mas interesantes que Hermione y Percy... ¡déjame ver tu nueva escoba!
Harry, que tenía su nueva saeta de fuego al hombro, se la puso en las manos a Ron para que junto con Fred, George y Ginny, la examinaran.
Después de que los hermanos Weasley la observaron de todos los ángulos posibles, Fred dijo:
-esto merece un partido de Quidditch... bien, George y yo iremos a buscar nuestras escobas, Ron y Ginny, saquen escobas de la escobera que esta en los vestuarios. Y estoy seguro que a Oliver no le molestará si tomamos las pelotas... 
Fred y George desaparecieron corriendo por los terrenos, en dirección al castillo. Mientras que Ron y Ginny desaparecieron en los vestuarios, donde unos segundos mas tarde se escucharon a dos niños que peleaban:
-¡no Ron! ¡yo quiero esta!-gritaba Ginny.
-¡no! ¡yo la quiero!-respondía Ron. 
Harry, al ver a Alissa bajar de su escoba, gritó:
-¡Alissa! ¿¡quieres jugar Quidditch conmigo y mis amigos?!
-claro-respondió la chica- ¿pero quien será el buscador?
-tu se el buscador, yo seré un cazador.-respondió Harry- ¿papá? ¿quieres jugar?
-no gracias hijo... estoy bien.-respondió James.-creo que mientras ustedes juegan iré a ver a Remus, pero esperaré a que comience el partido...
-mandale mis saludos a Remus, y dile que nos vemos en la cena de navidad-respondió Harry, sintiéndose un poco culpable por no acompañar a su padre. 
-lo haré.
En eso llegaron Fred y George, cada uno con su escoba sobre el hombro, mientras Ginny y Ron salían de los vestuarios, también con escobas sobre el hombro. 
-bien-comenzó Fred- no creo que en este juego necesitemos golpeadores... Harry, tu eres el buscador de mi equipo.
-¿Alissa juega?-preguntó George.
-si-respondió Harry.
-bien, Alissa es la buscadora de mi equipo.
-Ron y Ginny son guardianes, tu de mi equipo Ron, y tu Ginny del de George-continuó Fred.
-y Fred y yo seremos cazadores... en este juego cada equipo tendrá un cazador.-terminó George-bien... ¿todo listo? entonces... ¡a jugar!
Todos los jugadores correspondientes se subieron a sus escobas y empezaron a volar. James, que había escuchado todo con atención y ya había visto como todos empezaban a volar, comenzó el camino hacia el despacho de Remus, en el castillo. 
Al llegar a la puerta del despacho de su amigo, tocó la puerta y escuchó como alguien preguntaba:
-¿quien es?
-¡soy yo Remus! ¡James!
-¡abro enseguida!
Pero, mientras James esperaba a que Remus abriera la puerta, se empezó a sentir mareado. Sus ojos se cerraban y no se podía mantener en pie. Se apoyó en la pared, en un intento de volver a recobrar el equilibrio, pero solo logró sentirse peor. Ya no pudiendo soportar más, cerró los ojos y todo se volvió negro, después sintió como su cuerpo, inerte, se deslizaba hasta caer sentado contra la pared. Sintió como la puerta que estaba a su lado se abría y escuchó la voz de Remus gritando:
-¡James! 
Después de eso, no sintió nada mas. 

Abrió los ojos, se encontraba parado en un lugar blanco, que parecían nubes. Si, estaba parado en nubes. Su ropa había cambiado, ahora tenía una túnica blanca.
-¿donde estoy?
-te llamé para que habláramos... 
James se dio la vuelta y se encontró con una mujer de pelo colorín, y unos hermosos ojos verdes, vestida con su misma túnica blanca. Era Lily.

cap.26:navidad (parte 2)


Harry y Alissa, guiados por James, corrían por los terrenos del colegio a encontrarse con su nuevo regalo. Harry, que no cabía en si de la felicidad, estaba enfrascado en unos difíciles pensamientos sobre que le regalaría su padre.
/¿una recordadora? no... papá jamás me regalaría eso... ¿dulces? no creo... papá siempre que vamos a Hogsmeade me compra dulces... ¿por que me regalaría en navidad si me los da todo el año porque si?/
Mientras que Alissa estaba enfrascada en unos pensamientos un poco mas profundos, no necesariamente sobre el regalo que James le daría...
/¿como puedes ser tan tonta Alissa? ¿te estas enamorando de James?... si, James es adorable y guapo y tierno y divertido y... ¿pero de que hablas? ¡James se acaba de enterar hace unos meses de que su esposa murió! ¡tiene que reponerse! y además... tiene un hijo... no se va a querer comprometer contigo con un niño al que cuidar.../
James, que miraba divertido las caras de Harry y Alissa mientras corrían a los tan preciados regalos, no pudo evitar una carcajada al ver la cara de su hijo y su amiga al ver que se dirigían a la casa de Hagrid. Al detenerse frente a la cabaña, James tocó la puerta con los nudillos y gritó:
-¡Hagrid! ¿podrías traer aquí lo que te dije antes por favor?
-¡Voy!-se escuchó la voz de Hagrid desde adentro. 
-pa...¿papá?-preguntó Harry, que miraba con decepción la cabaña de su gran amigo- el regalo no será algo cocinado por... Hagrid ¿cierto?
-no hijo, no te preocupes...-contestó James- pero créeme, mejor algo cocinado por Hagrid que por mi...-añadió en un susurro.
De repente la puerta de la cabaña se abrió, sobresaltando a las tres personas que esperaban afuera. Por ella salió Hagrid, con 1 paquete largo, envuelto en papel de madera, en cada mano. 
Sonrió a Harry y a James y miró a Alissa de arriba para abajo. 
-bueno... ¡esta debe ser Alissa!-dijo tendiéndole una mano, la cual se la estrechó con gusto- buena elección James...-añadió en un susurro. 
James le guiñó un ojo, y ante la desesperación de Harry por abrir su regalo, dijo:
-¡vamos Hagrid! ¡entrégales su regalo!
Hagrid les pasó su regalo a Harry y a Alissa, quienes los abrieron con desesperación, para encontrarse cada uno con una saeta de fuego, la escoba voladora más rápida que existía.
-¡WOW! ¡ESTÁ GENIAL PAPÁ! ¡LA SAETA DE FUEGO!-gritó Harry con emoción. 
-¡wow! ¡James! ¿cuanto te costó esto?-preguntó Alissa con una sonrisa. 
-¿que importa eso?-preguntó James devolviendo la sonrisa-¿les gustó?
-no papá, la odio... ¿como se te puede ocurrir regalarme la escoba mas genial de este planeta, con la que voy a ganar todos los partidos?-respondió Harry mirándolo con una cara que decía claramente: "¿eres imbécil o te haces?"
-ja ja ja... irónico de nacimiento...-respondió su padre con falsa cara de reproche.
-con el padre que tiene, nadie puede culparlo...-razonó Hagrid, dándole una palmada a James en la espalda que casi lo tira al suelo.
-no me ayudas Hagrid...
-James me... me encantó... esta... muy linda... yo... no se que decir...
-yo si se-interrumpió Harry-¡Vamos Alissa! ¡a jugar Quidditch! 
Y después de tomarle la mano a la abochornada mujer, los dos salieron corriendo y se perdieron por los terrenos del colegio, en dirección, sin duda, al campo de Quidditch. 
-¿James?... ¿puedo hacerte una pregunta?...-preguntó Hagrid, después de ver el gesto afirmativo de James, preguntó-¿tienes intenciones con Alissa? ya sabes a lo que me refiero... ¿a ser algo mas que amigos?
-no lo se... yo creo que si... no lo eh pensado Hagrid. 
-yo que tu lo pienso rápido James... porque, por la cara que puso, creo que tiene esperanzas contigo...
-¿eso crees?-preguntó James con una sonrisa.
-definitivamente-respondió Hagrid haciendo un gesto afirmativo con la cabeza-y, si me dejas darte mi opinión... creo que a Harry le haría bien una madre... y creo que tu hijo le tiene mucho cariño a tu nueva amiguita...
-gra... gracias Hagrid por el consejo... nos-nos vemos despu-es s-¿si?
-claro... ¿en la cena de navidad?
-cla-claro... bueno, adiós. 
James empezó a caminar por los desiertos terrenos del colegio, en dirección al campo de Quidditch. Lo que había dicho Hagrid lo había dejado pensativo... "creo que a Harry le haría bien una madre". Pero... Harry ya tenía una madre, y se llama Lily Evans, no Alissa Thompson... ¿estaría deshonrando la memoria de Lily? ¿la estaría engañando?. Por una parte... Lily había sido la mujer mas maravillosa que había conocido en toda su vida, y se merecía un hombre fiel. Pero por otro lado, necesitaba rehacer su vida... no podía quedarse solo siempre. 
Ya estaba llegando al campo de quidditch, asi que, puso la cara mas feliz que pudo, y se dijo para si mismo:
-ya hablaras de esto con Remus y Sirius, aunque por separado, ellos te ayudaran.
 

cap.25: navidad (parte 1)

Por fin, el día había llegado. James ese día se había levantado a las 5:00am para tener todo listo. 
<Por lo menos no tengo que cocinas-pensó James>
Alissa, Harry y el iban a cenar juntos en la cena de navidad del colegio, permiso que Dumbledore en persona le había dado a James, ya que muy pocos niños se quedaban para navidad. Pero los regalos los abrirían en el despacho de James, cosa que lo tenía desesperado ya que su habitación era un desorden total y Remus no le había querido ayudar a ordenar. 
La mañana del 25, Harry, a las 9:00am, apareció en la puerta para poder recibir los regalos.
-¡feliz navidad Papá!-gritó Harry al entrar.
-feliz navidad Harry-respondió James con una sonrisa- ¿estas listo para los regalos?
-¡si!-Harry, se sentó en el suelo, al lado del árbol, tomó un regalo, y empezó a abrirlo, pero James fue mas rápido y le quitó el regalo de las manos antes de que lograra su cometido.
-pero...¡yo quiero abrir mi regalo!-dijo Harry enfurruñado.
-tenemos que esperar Alissa-contestó James, volviendo a fijar su mirada en la puerta.
-¿con quien va a pasar Remus la navidad?-preguntó el chico, sacando a su padre de su ensimismamiento.
-en la tarde, cuando Alissa se valla, vamos a ir a estar con el-contestó James con indiferencia.-¿y Ron? ¿y Hermione? ¿con quien van a pasar la navidad?
-Ron está con sus hermanos, y Hermione supongo que esta con el... les dije que nos veíamos en la tarde. 
-no, los vas a ver mañana. La navidad es un día para pasar en familia... mañana estarás con tus amigos...
-ok...-respondió Harry con desanimo. 
Pasaban los minutos. 10...20...30...40... Y entonces, cuando James ya se estaba empezando a desesperar, alguien tocó apresuradamente la puerta. James se levantó de un salto y fue a abrir. Al otro lado de la puerta se encontró a Alissa, con una túnica de color verde oscuro, su típico pelo ruliento y desordenado, y sus tenis de siempre. 
-¡Feliz Navidad James! siento mucho la demora...-dijo entrando y quitándose la bufanda y los guantes-¿los eh hecho esperar mucho?
-bueno...-comenzó Harry.
-¡no!, no, Harry acaba de llegar, ¿verdad Harry?-preguntó mirando a su hijo con cara significativa.
-¿que? ¡ah! si... si, acabo de llegar. 
-esta bien...-dijo Alissa, que no estaba muy convencida-bueno, creo que Harry quiere abrir sus regalos... ¿empecemos?
-¡si! empecemos...
James y Alissa se sentaron junto a Harry, a los pies del árbol, y James empezó a tomar los reglos y decir los nombres de a quien le correspondían.
-este dice...-dijo James, mirando la etiqueta de un gran regalo con envoltorio rojo con puntos blancos-para Harry de Los Weasley. Y la señora Weasley agregó una nota-la despegó del envoltorio-ten Harry.
Harry tomó la nota y empezó a leer:

Querido Harry: 
esperamos que pases una feliz navidad junto a tu padre... ¡hay que emoción! ¡la primera navidad que pasas con tu padre!
-segunda-corrijió James.
te queremos mucho, y esperamos que tu y tu padre puedan recuperar el tiempo perdido. Haber si en las vacaciones tu y tu padre pueden venir a La Madriguera...
-¿La Madriguera?-preguntó Alissa confusa.


Te queremos mucho.
Familia Weasley. 

Harry desenvolvió el regalo y se encontró una caja llena de pastelitos caseros de la señora Weasley, y un suéter Weasley de color rojo, con su inicial en azul.
-que lindo...-comentó James, tratando de aguantar la risa.
-te quiero ver tejiendo un suéter James-dijo Alissa.
-soy un experto.-rió James.-bueno... aquí hay otro regalo... De Dumbledore para Harry.-leyó James entregándole el pequeño regalo rojo a su hijo.-ten, primero lee la nota.
Harry tomó la nota de las manos de su padre y empezó a leer:

Querido Harry:
Espero que estes pasando una feliz navidad con tu padre. Se que siempre has querido paras una navidad con tu familia, y estoy feliz de que tu sueño se haya cumplido. Otro día me contaras sobre la nueva novia de tu padre, Alissa ¿no?.
Bueno, este regalo es para que nunca olvides que la perseverancia y el trabajo duro dan sus frutos.
Atte.
Albus Dumbledore.

Harry abrió el regalo de Dumbledore y se encontró con una bola de nieve que en tu interior mostraba la primera ves que Harry había atrapado la snitch. 
-¡esta genial!-comentó Harry-¿papá? ¿donde esta tu regalo para mi?-preguntó al ver que no habían mas regalos debajo del árbol.
-tu regalo, y el de Alissa, están esperando afuera...vamos a verlo.
Harry, y a Alissa se levantaron para ir a ver su regalo, el primero emocionado y la segunda conmovida. 
¿que sería el regalo? ya lo verían...

cap.24:Carta de Sirius B-Robery

Navidad, una época de felicidad y paz, según todos. James Potter no disfrutaba de la segunda característica de la navidad: la paz. Faltaba solo un día y James corría de aquí para allá en su despacho ordenando todo y poniendo adornos navideños, la razón de esta desesperación pos-navidad era que al otro día Alissa pasaría la navidad con ellos. 
Mientras ordenaba rápidamente su despacho la tarde del 24 de diciembre, alguien tocó la puerta:
-Papá, soy yo, ¿puedo pasar?
-si Harry, pasa-gritó James para que se escuchara desde fuera del despacho. 
Después de unos segundos, Harry apareció por la puerta, con una carta en las manos. Parecía asustado y enojado a la vez.
-Pa-Papá t-te ah lle-llegado una ca-carta. 
James, sin levantar la cabeza, preguntó con desinterés:
-¿de quien?
-en el sobre dice: De Sirius para James...
James levantó la cabeza con cuidado, tratando de no parecer alarmado. ¿como era posible que Sirius fuera tan idiota? ¿como podía mandar una carta al colegio firmada con su nombre? <<por lo menos, el muy idiota, no puso el apellido...-pensó James>>
James tomó, con fingido desinterés, la carta de la manos de Harry y dijo:
-debe ser de Sirius B-Robery...
-¿Sirius B-Robery?-preguntó Harry, sin poder ocultar su alivio.
-si... ¿que creías Harry? ¿Que Sirius Black me ha escrito una carta?
El chico, con las mejillas rojas por la vergüenza, asintió lentamente. 
<<es un chico inteligente>>
-¡¿como se te puede llegar a ocurrir?!-James se levantó y trato de hacerse el ofendido, pero, como decía Sirius, el era un pésimo actor- eres mi hijo... ¿como me mandaría cartas con ese loco maniático?-dicho por el, el termino sonaba mucho peor, dado que era su mejor amigo. 
-ah... bueno... no se, el profesor Lupin me contó que tu y Sirius Black habían sido los mejores amigos...
-Harry... Black te tiene amenazado de muerte... se convirtió en mi peor enemigo.
James se dio la vuelta y trago saliva, haciendo todo lo posible por impedir que unas lágrimas cayeran por sus ojos. 
-¿papá? ¿estas llorando?-preguntó Harry a sus espaldas. 
-n-no-contestó James apresuradamente, secándose las lagrimas que habían logrado escapar por sus ojos.-no lloraría por el idiota de Black.
<<que irónico, ya lo estoy haciendo>>
-te conosco... estás llorando por Black... te entiendo papá... era tu mejor amigo.-dijo Harry poniéndole una mano en el hombro a su padre-no se como reaccionaría yo si Ron me traicionara de esa manera... me sentiría muy triste. 
<<así es como me sentí yo por Peter... maldita rata traidora...>>
-si, uno se siente mal... es triste, tengo que admitirlo...
-¿papá? es que, bueno, no te lo había contado antes por miedo a que te enojaras...-comenzó Harry, sentándose en una silla frente a su padre. Parecía nervioso.-te-tengo el Mapa del Merodeador. 
-¿que?-preguntó James, con los ojos como platos. 
-s-si... ¿te importa?
-¿porque me va a importar? ¡desde que naciste, lo único que eh querido todo este tiempo ah sido que tengas el mapa! ¡como un auténtico Merodeador!
-ja... ok... gracias papá...-por el rostro del chico cruzó una fugaz sonrisa, mas parecida a una mueca- pero eso no es todo lo que te quiero decir... es una historia larga, te pido que no me interrumpas hasta que la termine ¿si?
-ok... te escucho.
-bueno, tu sabes que no puedo ir a Hogsmeade, ¿cierto?-James asintió- con mi capa invisible y uno de los pasadizos del mapa del merodeador para llegar a Hogsmeade... fui igual.-Harry se encogió de hombro y bajo la cabeza, esperando la represalia de su padre, pero como esta no llegó, prosiguió-cuando llegué, Ron, Hermione y yo, fuimos a tomarnos unas cervezas de mantequilla. Estábamos bien, felices y tranquilos, cuando llegó McGonagall, Hagrid y el ministro de magia, a los que poco después se les unió Madame Rosmerta, la tabernera de Las Tres Escobas. Me escondí debajo de la mesa, porque se sentaron en una mesa muy cerca a la nuestra, y empezaron a hablar d-de Sirius Black y de-de ti. Dijeron que eran grandes amigos, que no se veía al uno sin el otro nunca, McGonagall dijo que estaba muy arrepentida de como había tratado a Peter Pettigrew en sus años escolares... Pero lo que mas me llamó la atención fue que dijeron que... Sirius Black... es mi padrino.
¿que le iba a decir ahora? haría todo lo posible por improvisar una respuesta... si, eso haría.
-si, yo y tu madre, que en ese tiempo nos llevábamos muy bien con Black y confiábamos en el, encontramos que lo mas adecuado era poner a Sirius Black como tu padrino. 
Harry, de repente, cambió, se puso violento y enojado.
-¿PORQUE? ¡¿PORQUE TUVIERON QUE PONER A ESE IDIOTA COMO MI PADRINO?!
-¡ESE IDIOTA, EN ESE TIEMPO ERA COMO MI HERMANO! ¿¡COMO IBA A SABER YO QUE DESPUÉS ME TRAICIONARÍA?!
-¡¿COMO PUDISTE HABER CONFIADO EN EL?! ¡GRACIAS A EL, AHORA MAMÁ ESTA MUERTA!
Como le habría gustado gritarle la verdad a su hijo, que Sirius Black no había sido el culpable de la muerte de su madre, sino una rata asquerosa que se fingía muerta y nadie sabía donde estaba. Pero, no le podía dar esa noticia a Harry tan abruptamente, era demasiado fuerte incluso para Harry. 
-lo... lo siento hijo-respondió James, bajando la cabeza y fingiendo arrepentimiento- yo en ese tiempo no sabía lo que sería capaz de hacer Black, yo confiaba en el ciegamente. 
<< y hasta hoy, confío en el ciegamente>>
-se... se que no es tu culpa... solo es que... no se... frustra saber que tu propio padrino es el causante de la muerte de tu madre... solo eso.
Entonces, Harry fue y abrazó a su padre, como no lo había hecho nunca, con sincero amor y agradecimiento. 
-bueno...-dijo Harry al separarse de los brazos de su padre- tengo que ir a ver a Ron y a Hermione, últimamente han peleado mucho y necesitan a alguien que los calme...
-bien...
Antes de que Harry saliera, James levantó la cabeza y dijo:
-¿Harry?
-¿si?
-te amo.
-yo igual-después de eso, cerró la puerta con cuidado. 
No sabía cuanto tiempo podría seguir fingiendo que Sirius era el asesino. Ese tema ya o tenía harto. Después de todo, Sirius era su mejor amigo, y le dolía hablar mal de el.