sábado, 2 de agosto de 2014

cap.42: Las ordenes de Dumbledore.

Ya eran las 9:00pm de ese mismo día. Harry y Jack, que estaban agotados ese día, decidieron irse a dormir temprano. Se pusieron el pijama y fueron a despedirse de sus padre y tíos.


-buenas noches...-dijeron a la vez. Harry, que estaba todavía enojado con su padre, esquivó su beso.

-Harry...

-¡déjame!

Jack miró con tristeza la escena y se fue con su hermano, y, obviamente, los perros, que venían detrás de ellos.
Cuando llegaron a la habitación, Harry y Angus se acomodaron en su cama y Jack y Max en la suya.

-¿que crees que haya dicho esa carta?-preguntó Jack.-dejó a Mamá muy mal...

-no lo se Jack... ahora duérmete...-susurró Harry, apagando la luz.-buenas noches...

-buenas noches Harry.
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James, Alissa, Remus y Sirius esperaban con impaciencia la llegada del centauro sentados en el salón.

-¿que ordenes traerá?-preguntó Sirius, nervioso.

-no lo se Canuto... pero son de Dumbledore, así que no son malas...

-¡claro que no son malas James! ¡el solo quiere proteger a nuestros hijos! Ama a Harry como si fuera su propio hijo...-comentó Alissa.

-pero no lo es... es MI hijo...

-es su alumno favorito Cornamenta...-dijo Remus.

-¡me importa un...

En eso sonó el timbre. Se levantaron rapidamente y fueron a abrir.
Firenze, el centauro, esperaba en la puerta.

-James... Alissa... tengo ordenes de Dumbledore de llevar a Harry y Jack al castillo inmediatamente...

James se puso rojo de rabia.-¡¿tu?! ¡¿porque no por la chimenea?!

-¡los polvos Flu están vigilados por el Ministerio!

Alissa asintió y fue a buscar a los niños.

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-¡Harry! ¡Jack! ¡arriba!-exclamó Alissa, prendiendo la luz.

-¿que pasa?-preguntó Harry con somnolencia, poniéndose los anteojos.

-¡tienen que irse chicos! ¡Dumbledore los va a cuidar en el castillo!

-¿que?-preguntó Jack-¿porque?

-¡no discutan!

Harry y Jack se vistieron rápidamente, poniéndose los calcetines y los zapatos, los pantalones y una polera, y un polerón.
Alissa, por mientras, les preparaba unas mochilas con sus varitas y algunas cosas en caso de emergencia.
Bajaron corriendo las escaleras y encontraron a Firenze, el centauro.

-¡wow!-exclamó Jack.

-hola Firenze...-saludo Harry.

-suban a mi lomo... tengo que llevarlos al castillo... es la manera mas rápida...

Se despidieron de sus padres, los cuales lloraban desesperados.

-los amamos...-susurró James.

-¿y Angus? ¿y Max?-preguntó Harry desesperado.

-los mandaremos por traslador al castillo...-contestó James, sollozando.-los amamos...

Harry y Jack subieron al lomo de Firenze, y partió el viaje mas rápido de su vida.

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De pronto, Firenze paró.

-¿que pasa Firenze?-preguntó Harry, preocupado.

-Mortífagos...

Firenze comenzó a correr lo más rápido posible, mientras los haces de luz pasaban volando a su alrededor. Jack sollozaba con miedo, Harry lo cubría con sus brazos, lo abrazaba con fuerza, para que no le llegara nada. Pero uno de los haces alcanzó a Harry, y este, perdió inmediatamente la conciencia.
Jack lo agarró como pudo.

-¡FIRENZE! ¡HARRY SE DESMAYÓ!

Firenze apresuró el paso y en unos minutos estaban en los límites del bosque prohibido con el castillo. Dumbledore los esperaba ahí, en los límites.
Firenze se acercó rápidamente.

Dumbledore se acercó corriendo. -¡Jack! ¡Harry!-sostuvo a Harry con fuerza y lo bajó de Firenze.-Harry... Harry reacciona... Harry, muchacho, arriba...

Harry estaba pálido y sudoroso, y no tenía ninguna muestra de que iba a reaccionar.-dios... ¿que le paso Jack?

-le llegó un hechizo...-susurró Jack, arrodillándose junto a Dumbledore.-¿va a estar bien?

-eso creo...-susurró Dumbledore. Tomó a Harry en brazos y le indicó a Jack que lo siguiera.-gracias Firenze..

El centauro asintió y desapareció en el bosque prohibido.
Dumbledore, cargando a Harry, y Jack subieron rápidamente al castillo y a la oficina de Dumbledore.

-¿porque no llevamos a Harry a la enfermería profesor?

-porque no quiero que le pase nada... hay mortífagos en la escuela Jack... la cosa se puso fea...

Cuando llegaron a la oficina del profesor, Dumbledore lo condujo a su habitación, por la cual se entraba por una puerta secreta detrás del escritorio. Había una gran cama con dosel de oro y mantas doradas. Dumbledore acostó con cuidado a Harry sobre su cama, le sacó los zapatos y los anteojos, y lo tapó.

-va a estar bien... no te preocupes Jack, tu hermano es mas fuerte de lo que crees... cuando era pequeño pasó 3 días inconsciente...

Jack asintió y se arrodilló al lado de su hermano, tomó su mano y la acarició.

-Jack... ¿sus padres les contaron porque los traje aquí?

Jack, junto con Dumbledore se sentaron en la cama, junto a Harry.

-no profesor... ¿porque?

-la guerra mágica comenzó, Voldemort intenta tomarse el ministerio... y podría ser peligroso que ustedes estuvieran desprotegidos... aquí estoy yo y las protecciones del castillo, no les va a pasar nada...

Jack asintió y, sin previo aviso, abrazó al profesor con fuerza. Este le devolvió el abrazo, mientras acariciaba su pelo con ternura.-no pasa nada Jack... no te va a pasar nada... vas a estar bien... yo te voy a proteger...

Jack escondió su joven rostro en la pechera del profesor, mientras este le acariciaba el pelo.
Después de 3 minutos, Jack ya estaba dormido.
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Dumbledore llevaba 20 minutos abrazando a Jack. De pronto, con cuidado, lo separó de él y se dio cuenta de que el pequeño se había quedado dormido. Sonrió, lo tomó en brazos, se levantó y lo acostó en la cama, le sacó los zapatos y, al igual que a Harry, lo tapó.
Sus dos alumnos favoritos, sus "nietos" según McGonagall, dormían plácidamente en su cama. Bueno, al menos uno de ellos dormía, Harry todavía no recuperaba la consciencia y eso tenía a Dumbledore preocupado. Se sentó en el escritorio que tenía en su habitación, de espaldas a la cama, y comenzó a escribir una carta para James y Alissa, que debían estar muy preocupados por saber si sus hijos habían llegado a su destino.

J y A:
H y J ya están a salvo. Están dormidos. El mensaje no puede ser largo porque puede ser intervenido.
H de desmayó en el camino, pero está bien.

cuídense.
Ya recibirán instrucciones sobre que hacer. Nos veremos con todos en el cuartel, ahí se volverán a reencontrar con los niños.

Cuídense.
A.P.W.B.D

En eso escuchó unos quejidos provenientes de su espalda. Harry se removía incómodo en la cama, gemía y tiritaba.
Dumbledore se acercó a él rápidamente, hizo aparecer un paño mojado de agua fría y se lo puso en la frente.

-shhh... shhh... -susurraba Dumbledore para tranquilizarlo-Harry... no pasa nada... shhh... estás bien...

Fawkes se acercó a su dueño, listó para recibir instrucciones.-lleva esta carta a Alissa y James... y que no te vean.

Fawkes salió volando por la ventana mientras Dumbledore hacía lo imposible por bajarle la fiebre a Harry.

-no pasa nada...-susurró Dumbledore acariciándole el pelo.-estas bien Harry...

Harry despertó sobresaltado, respirando agitadamente.-¡Jack!

-shhh....-Dumbledore lo abrazó con fuerza, sin poder contenerse-dios... estás bien... estás bien...

Harry recibió el abrazo con tranquilidad, le hacía sentirse bien. Dumbledore se separó de él y le indicó que se acostara en la cama, Harry obedeció y Dumbledore se quedó unos minutos acariciándole el pelo, hasta que este se durmió.
/daría mi vida por este chico...-pensó el profesor./


cap.41: Nuevas noticias.

Ya había terminado el año escolar. James y Alissa habían comprado una casa enorme y hermosa en la que llevaban una feliz vida con sus hijos. Harry y Jack ya eran totalmente hermanos, que se querían y peleaban como hermanos.
Era una casa grande llena de jardines y escondida de las miradas de los Muggles para que Harry y Jack pudieran practicar Quidditch.


Se habían preocupado de tener unas habitaciones geniales para sus hijos, ayudados por ellos a elegir:

Harry y Jack compartían habitación...

...cosa que no siempre era buena, porque, como la mayoría de los hermanos, peleaban por los espacios.
James y Alissa tenían una gran habitación que era decorada por Alissa, cosa que a James no molestaba en lo mas mínimo porque el no habría sabido como decorar una habitación.

Sirius y Remus vivían con ellos, y también tenían sus buenas habitaciones:

La de Sirius tenía una bola disco colgando del techo, pedida obviamente por él, el gran fiestero.


Y la de Remus tenía bastantes lugares para poner sus libros, el, siempre lector.

Y hasta habían comprado dos perros, uno para cada niño. 
El perro de Jack, Max, era tierno y juguetón, pero MUY protector con su dueño, aunque fuera pequeño.

El perro de Harry, Angus, era grande y juguetón, pero muy protector, sobre todo con Harry. Acompañaba a su dueño a cualquier parte a la que Harry fuera.


Todos eran muy felices en la familia, pero la cosa, sin que nadie supiera, comenzaría a cambiar.
Era un sábado por la tarde, estaba nublado, pero los niños y los perros igual jugaban afuera, era un típico día inglés. James, Alissa, Remus y Sirius, observaban sentados en unas sillas en el jardín como los dos muchachos jugaban. Harry, que ya había cumplido los 14 años, corría junto con Angus a las carreras. Jack, que el día antes había cumplido 12 años, le enseñaba a Max a atrapar la comida en el aire.

-¡corre! ¡corre! ¡vamos Angus!-gritó Harry con emoción.

-¡eso Max! ¡así es! ¡atrápalo!

James reía como loco junto a Sirius-deberías convertirte Canuto, cuanto a que Angus te gana.

Remus rió y siguió conversando con Alissa, sobre lo que había pasado en el último tiempo, unos accidentes injustificables habían pasado por todo el país los últimos meses.

-estoy preocupada Remus... por los niños... tu sabes que a Harry le encanta ir al pueblo que hay por aquí cerca... y también tiene que pasar por un bosque para ir a la casa de Ron... estoy preocupada.

-este lugar está protegido... no te preocupes Ali...-le contestó Remus, aunque la verdad era que el también estaba bastante preocupado.

-no lo se Remus... estoy en verdad preocupada... tengo un mal presentimiento...

De la nada, una lechuza llegó volando. Alissa se acercó y le quitó la carta, que venía por parte de Dumbledore. Este se había portado muy bien con los niños, siempre, y era muy querido por la familia.

-¡es una carta de Dumbledore!-exclamó Alissa. James y Sirius se acercaron, y los 4 adultos la leyeron juntos.

Queridos James, Alissa, Remus y Sirius.
La guerra comenzó. Voldemort está intentando entrar al ministerio de magia y lo está logrando. Aquí, nuestra prioridad, debe ser Harry y Jack, que ellos estén bien. Alissa, no dejes que Harry salga solo de la casa, ni siquiera a ver a los Weasleys.
Voldemort tiene a los mas terribles hombres lobo a su disposición, y si Harry se topa con uno de ellos, dudo que salga vivo, son muy crueles. 
En la noche los visitará un centauro que tiene ordenes mías, acéptenlas.
Con cariño, 

Albus Dumbledore. 

P.D: saluden a los pequeños de mi parte.

Alissa comenzó llorar con desesperación.

-¡te dije Remus!

Remus estaba pálido. Sirius igual. James se levantó y exclamó:

-¡niños! ¡adentro!

-pero... Papá...-alegó Harry.

-¡nada de pero Papá!¡adentro! 

Harry y Jack obedecieron, y junto con sus perros, entraron. Y, antes de que Harry entrara, James dijo:

-hijo... ya no puedes salir solo, ni al pueblo ni a ver a Ron...

-¡pero...

-¡hazme caso Harry!

Cuando los niños entraron, James se acercó a Alissa y a los demás, besó a su mujer y dijo:

-Dumbledore tiene razón... la prioridad es los niños.

No se iba a arriesgar a perder a sus hijos. Si era necesario, iba a dar su vida por defenderlos.










jueves, 24 de julio de 2014

cap.40: El nuevo integrante de la familia.

James, Alissa y Jack fueron a Hogsmeade después de hablar con Dumbledore, donde tuvieron que firmar todos los papeles de la adopción. Fueron a las tres escobas, lugar que Jack todavía no conocía, ya que estaba en primer curso. Hablaron sobre sus gustos y de como le gustaría a Jack que fuera su habitación.

-¡de quidditch! ¡amo ese juego!-exclamó Jack con emoción.

-todo un Potter Thompson...-susurró James con orgullo.

-¿que posiciones te gustan?-preguntó Alissa.

-buscador y guardián... son los mejores puestos...

-podrías meterte en el equipo de Gryffindor hijo...

-no lo se papá... soy muy pequeño todavía, ningún chico de primer año entra...

-no creas...-contestó Alissa con una sonrisa- Harry, tu hermano, entró en primer año...

Jack, que estaba tomando por primera vez en su vida cerveza con mantequilla, casi se atoró. Cuando logró dejar de toser, exclamó:¡WOW! ¡¿como lo hizo?!

-solo preocúpate de que en tus clases de vuelo, McGonagall te vea volar sin permiso frente a su ventana...-rió James. Jack rió junto a su padre.

-¡James!-exclamó Alice.-¡no le enseñes esas cosas a nuestro hijo!

-es un hijo de Merodeador... se tiene que comportar como tal...

-¿que es un Merodeador papá?-preguntó Jack confundido.

-te lo explicaré cuando los otros merodeadores estén presentes... ya verás.
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Cuando Jack, James y Alissa llegaron al despacho del segundo, en el salón que había antes de la habitación ya se encontraban sentados Remus, Sirius que reían alegremente. Estaban sentados frente al fuego, tomando un té.

-¿que tal chicos?-saludo James.-el es Jack... el nuevo integrante de la familia...

Remus y Sirius miraron al chico con los ojos muy abiertos. Jack esperaba nervioso la reacción.
Los dos se miraron con los ojos muy abiertos, para luego sonreír y exclamar.

-¡el nuevo chico Potter!

Remus se levantó y se acercó al chico.-tu ya me conoces... 

-si profesor...

-¡¿que profesor ni que ocho cuartos?! ¡dime Remus!-lo tomó en brazos con facilidad y lo lanzó al aire con diversión. Jack reía emocionado al ver como Remus lo cogía y lo lanzaba una y otra vez.
Cuando lo dejó en el suelo, los dos mentalmente se hicieron inseparables. 

Sirius se acercó al chico y lo abrazó.-nuestro nuevo merodeador... ¡me llamo Sirius!

-Soy Jack...

-un gusto pequeño Potter...-miró a James con emoción y exclamó-se parece bastante a ti y a Harry.

-todo un Potter amigo... todo un Potter.-James se sacó el abrigo y ayudó a su hijo a sacarse el suyo, Alissa colgó los abrigos y se sentó junto a los chicos frente al fuego.-¿donde esta Harry?-preguntó Alissa.

Remus y Sirius negaron con la cabeza y se volvieron a sentar en la alfombra frente al fuego. Jack se sentó con ellos. 

En eso, la puerta se abrió y por ella entró Harry, que no notó que Jack estuviera ahí.

-¡Hola a todos!-Se sacó el abrigo y lo colgó. Se acercó a Alissa y besó su mejilla.-¿como está la mamá mas linda del planeta?

-bien... ahora que el hijo mas guapo del planeta a llegado.-Harry se sentó en el sillón junto a Alissa y observó a su padre.

-¿que tal papá? 

-bastante bien campeón... ¿tu?

-¡bien! mañana tengo el partido de Quidditch contra Slytherin... el último partido de la temporada... los vamos a hacer pedazos.

-¡ese es mi ahijado!-exclamó Sirius. Harry lo miró y notó a Jack, que lo miraba expectante.

-¿y él?-preguntó Harry confuso.

James se levantó eh hizo que Jack se levantara.-Harry... el... bueno... el es tu nuevo hermano... se llama Jack, va en primer año... es de Gryffindor, igual que tu.

Harry miró a su padre con los ojos muy abiertos, luego a Jack, luego de nuevo a su padre, y una sonrisa apareció en su rostro.-¿mi hermano?

Jack lo miró y sonrió-¿que tal hermanito?

Harry sonrió, se levantó y lo abrazó.-nada nuevo... ¿tu?

-quiero que me enseñes Quidditch... 

Harry lo soltó y sonrió.-esta hecho... ¡claro que te voy a enseñar! ¡vas a estar en el equipo el próximo curso! ¡yo me ocuparé de eso!

Jack sonrió y asintió. Se volvió a sentar junto a Remus y a Sirius, y Harry se volvió a sentar junto a Alissa, que lo abrazó y recostó su cabeza contra su pecho, donde besó su desordenado cabello.-¿estas feliz?

-mas que eso... ¡siempre quise tener un hermano!

James sonrió y se sentó junto a Sirius, Remus y Jack.-hay otro aviso que tenemos que dar... el padrino de Jack...

Sirius sonrió y observó a Remus y a Harry, sin saber cual de los dos sería.

-eres tu Remus...

Remus observó a James y a Alissa con una sonrisa, mientras acariciaba el pelo de su ahijado.-gracias... gracias... te lo juro que voy a dar mi vida por él...

-lo se Remus... por eso te elegí.

Pasaron toda la noche así, contando anécdotas y riendo. Ahora si, la familia estaba completa y mas unida que nunca.



lunes, 21 de julio de 2014

cap.39: Jack.

Pasaron 2 semanas. Faltaban 3 días para salir del colegio, para que el año por fin terminara. James y Alice caminaban en dirección a la oficina de Dumbledore, donde estaba esperando el pequeño niño, Jack, para hablar con ellos. Lo había arreglado todo y ahora se presentarían ante el niño, y le dirían su idea de ser sus nuevos padres. Estaban nervioso, demasiado nerviosos para ser verdad.

-¿Le contaste a Harry?-preguntó Alice.

-¿que?

-¿Le contaste a Harry?

-ah... eso... si bueno... yo, la verdad es que quería hablarlo en familia... y...

Alice lo miró con enojo.-¡James! ¡ese niño hoy pasa a ser nuestro! ¡tenías que haberle contado a Harry!

-Hoy se lo diré... cuando le presentemos al niño... ahora camina mi amor... tenemos que llegar rápido...-James siguió caminando con decisión... mientras Alice lo seguía tratando de no perder la paciencia.
Cuando llegaron, Dumbledore conversaba con el pequeño, que era bastante parecido a Harry.

Alice le susurró a James: -no tiene el pelo castaño rojizo... lo tiene negro.

-mejor... así mas parecido a su sexy padre.

Se acercaron al escritorio de Dumbledore, y tomaron asiento en unas sillas que estaban junto a la del niño.

-Hola Jack.-saludó James.-¿como estás?

-bien profesor Potter.-contestó el chico, cabizbajo. Nunca sonreía, nunca estaba feliz, era un niño totalmente triste-gracias.

-¿saben? eh hablado bastante con él... y es muy parecido a Harry en su manera de ser... Harry también era bastante tímido cuando llegó.

Alice sonrió y le acarició el pelo al chico. Jack, bajo la impresión de todos, no se corrió ni miró a Alice con cara rara, solo sonrió.

-perdón que interrumpa... pero... ¿quien es Harry?-preguntó Jack tímidamente.

Dumbledore sonrió, se levantó, y, de una estantería que tenía, sacó un marco que contenía una foto de primer año de Harry.


-el es Harry... cuando tenía tu edad...-contestó Dumbledore.-se parece bastante a ti...

-¿que tengo que ver yo con él?-preguntó Jack confuso.

Dumbledore se levantó y susurró:

-ellos te lo explicarán...-le dedicó una de sus amables sonrisas y salió de la habitación.

Jack miró confundido a James y a Alice.-yo... no entiendo nada.

-Jack...-comenzó James-eres huérfano... ¿no?

El chico asintió.

-te queremos adoptar... Yo y Alice... queremos ser tus padres... y ese chico-apuntó la foto de Harry-sería tu hermano mayor, ahora tiene 13, está en tercer año.

Alice lo miró expectante, pero el chico no respondió.

-¿y... ¿que dices?

Jack miró a James y luego a Alice, y, con emoción, contestó:

-mamá... papá... me gusta como suena...-y sin decir mas, los abrazó.

James y Alice lloraban de emoción, ya tenían a la familia Potter completa, y esa noche, a presentar al nuevo miembro. 

sábado, 21 de junio de 2014

cap.38:El beso del dementor (parte 2)

El dementor acercó su asquerosa boca a la de Peter y, con horror, los merodeadores tuvieron que observar como le sacaban el alma por la boca a su ex amigo. Y Peter cayó, con la vista perdida, al suelo, donde comenzó a tiritar y gemir, abrazándose las rodillas.
Remus no se pudo contener y cayó de rodillas, llorando amargamente.
-Pete... que hiciste Pete...
James se arrodilló junto a Remus, lo abrazó y los dos lloraron con desconsuelo.
Sirius miraba a Peter con horror. La verdad era que le había dolido ver como le sacaban el alma por la boca, le había dolido mucho... pero no lo diría, el era Sirius Black el fuerte; y además, el era el que quería venganza ¿no?, tenía que ser fuerte ante esta.
Después de dos minutos en los que Sirius solo pudo observar a Peter, y Remus y James solo pudieron  llorar, entró Dumbledore, que le pidió a los dementores que llevaran a Peter a los calabozos del castillo y ayudó a que los merodeadores salieran de la sala. James y Remus no podían parar de llorar. Era la cosa mas horrible que habían visto en su vida, la cosa mas horrorosa, asquerosa y triste; sería muy difícil reponerse de eso. Dumbledore los dejó en la enfermería, donde a los tres les dieron una poción para que se calmaran.

-¿Profesor Dumbledore?-dijo James.

-llámame Albus-contestó Dumbledore con una sonrisa.

-costumbre... supongo...-contestó James con desanimo.-¿le podría decir a Harry que venga? necesito el apoyo de mi hijo...

-si... pero no le cuentes como fue. Harry, que está en una edad un poco vengativa, te lo preguntara, te pedirá detalles del asunto. No se los des.

Dumbledore salió de la sala con su típico caminar majestuoso.

-¿saben algo que odio?-comentó James.

Remus, que estaba sentado en la cama a la izquierda de la suya con la cabeza gacha, negó con la cabeza. Sirius, que estaba sentado en la cama a la derecha de la suya, con ánimo, contestó:

-¿que odias Jemsie-Poo?

-primero, que me llames Jemsie-Poo; segundo, que Dumbledore me diga como educar a mi hijo.

-te entiendo... que hayas estado en coma no significa que no sepas como cuidar a tu hijo ¿o si?, ¡deberías decírselo a Dumbledore!-lo apoyó Sirius con emoción, golpeándose la mano con el pucho con determinación.

-no puedo... no le puedo llevar la contra... Li... una chica me dijo que confiara en el...-estuvo a punto de decir Lily, pero sabía que si les decía a Remus y a Sirius la "conversación" que había tenido con Lily, se reirían creyendo que era un broma, o creerían que se había vuelto loco.

Sirius lo miró con cara rara. Y James entendió, Sirius se había dado cuenta a que "chica" se refería, pero sabía lo que pensaba su amigo, por lo que se quedaba callado.

-Cornamen...-comenzó Sirius.

En eso entró Harry corriendo, quien se echó a los brazos de su padre y lo abrazó con fuerza. Luego fue a agrazar a Sirius, que le palmeó la espalda con diversión y le sonrió, después fue a abrazar a Remus. Ese abrazó fue mas largo, ya que Harry se dio cuenta del dolor que tenía Remus. Lupin, sin poder contenerse, abrazó a Harry con fuerza y comenzó a llorar sobre el hombro del muchacho.

-¿Harry?-sollozó.

-¿si?

-sabes que te quiero ¿cierto?

-yo también te quiero Remus, no sabes cuanto...-contestó Harry, haciendo un esfuerzo para no llorar.

-y sabes que todo lo que estamos haciendo es para vengar la muerte de tu madre y que te hayan quitado a tu padre por todo este tiempo, ¿no?

Harry asintió con la cabeza y escondió su cara en el claro pelo de Remus.

Cuando se separaron, Harry se recostó con su padre en la cama de la enfermería. Dumbledore sonrió y salió en silencio, ya que Remus y Sirius se habían quedado dormidos, y a James y a Harry les faltaba poco.

-¿Papá?-dijo Harry antes de caer dormido.-¿me...

-¿detalles? no.

Y Padre e Hijo se durmieron, abrazándose fuertemente. Y James se durmió recordando una linda escena, donde también se había dormido con su hijo, y Lily...


viernes, 20 de junio de 2014

cap.36: Excusas

Hola lectores! perdón si me demoré, pero había tenido problemas familiares y no pude conectarme a Potterfics. Espero que les guste este capítulo ;)
(¡Feliz Cumpleaños Paul McCartney!)
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James despertó sobresaltado ante el sonido de alguien que se quejaba. Abrió los ojos y, al ver el entorno que lo rodeaba, recordó donde había estado la noche pasada. Luna llena. Había vuelto a salir con los merodeadores después de todos esos años. Se levantó y notó que su túnica estaba toda rasgada.
/te mataré Remus-pensó/
Se sacudió las ramas y la tierra de la ropa y comenzó a caminar por el bosque prohibido, en busca de Remus y Sirius.
Después de caminar por 20 minutos, se encontró a Remus y a Sirius de espaldas a él, acorralando a algo
/o alguien/
contra un árbol. Se acercó sigilosamente y se puso detrás de sus amigos, puso una mano en el hombro de Canuto, sobresaltándolo, y preguntó:
-¿a quien acorralamos?
Sirius miró a James con cara de maniático y se hizo a un lado, para que su amigo pudiera ver al acorralado.
Era Peter Pettigrew, el traidor que tenía la culpa de que el amor de su vida estuviera muerto.
-tu...-susurró con odio.-¡ME LAS PAGARÁS MALDITA RATA!
Se abalanzó sobre Peter, pero Remus y Sirius lo detuvieron, este último a regadiñetes.
-¡James! ¡cálmate!-exclamó Remus.
-¡¿COMO QUIERES QUE ME CALME?! ¡GRACIAS A ÉL HARRY TUVO QUE CRIARSE CON LOS DURSLEYS! ¡GRACIAS A ÉL LILY ESTÁ MUERTA!
-tenemos que escuchar lo que la rata asquerosa nos tiene que decir Canuto...-dijo Sirius-y después tenlo por claro que lo mataremos...
James asintió con furia y exclamó:
-¡habla! ¡¿que tienes que decir?!
Peter, sin poder mirar a James a los ojos, susurró:
-tenía miedo... El.... El es malo... muy malo... casi... casi me mata.
-¿Voldemort?
-¡no pronuncies su nombre!-exclamó Peter con miedo, mirando por primera vez a James a los ojos.
James no pudo soportarlo. La pena, el dolor y la rabia lo vencieron y cayó sentado en un tronco cortado. Se tapó la cara con las manos y comenzó a sollozar. Cuando se recobró, dijo:
-no... no lo entiendo. ¿que te hicimos para que nos traicionaras?... yo... yo te quería... como a mi propio hermano, y abría dado mi vida por ti sin siquiera vacilar... y tu... tu me traicionaste, traicionaste a Sirius, a Remus, a Harry, a Dumbledore... a... a Lily. Ella siempre fue buena contigo... siempre. Siempre me decía que te invitara a cenar, que te protegiera, siempre me preguntaba como te encontrabas, si necesitabas algo... ella... ella te quería... y mucho.
Peter comenzó a sollozar y a gritar:
-¡PERDÓNAME JAMES! ¡PERDÓNAME! ¡TE RECOMPENSARÉ! ¡PERDÓN!
James se levantó, y sin siquiera mirar a Peter comenzó a caminar hacia la salida del bosque prohibido. Necesitaba a su hijo, necesitaba estar con el...

Remus observó como James se alejaba y contestó:
-no te perdonará jamas Peter... nadie te perdonará... te vamos a llevar donde los dementores...
-Remus... Amigo... yo...
-Desmaius!
Peter cayó inconsciente en los brazos de sus amigos y lo ultimo que vio fue una lágrimas caer por la magullada mejilla de Remus.

cap.37: el beso del dementor.

Habían pasado dos días desde que había capturado a Peter. Dumbledore había llamado al ministerio y había hecho que el ministro fuera a Hogwarts, hablara con Sirius y con Peter, y diera su veredicto. Por suerte, el que salió mal en el asunto... fue Peter. Sirius quedó absuelto de todos los cargos; un hombre libre nuevamente, y Peter... fue sentenciado al beso del dementor.

James se encontraba en su habitación en el castillo. Acababa de tener una cita con Alissa, donde le había explicado que todavía no podría ver los temas de la adopción y el matrimonio por los asuntos con Peter y los merodeadores. Alissa lo entendió perfectamente, por suerte para James.
Harry entró corriendo a su habitación, y, con una sonrisa, dijo:
-¡Es hora! ¡le van a dar el beso a Peter!
James se puso pálido. Aunque odiara a Peter más que a nadie... el en un tiempo había sido su amigo, y ver a Peter en ese estado... sería difícil.
-v...voy.
Harry salió corriendo de la habitación, en dirección al lugar donde Remus y Sirius se preparaban.
James salió caminando lentamente. El se destacaba por ser fiel a sus amigos... y tenerles mucho cariño... había querido a Peter como su propio hermano, y el lo había traicionado... pero... ¿como sería ver eso? ¿que le saquen el alma por la boca? Sería horrible.
Llego al lugar donde el sacrificio sería hecho. Sirius esperaba con una gran sonrisa, y Remus, mas pálido que nunca, se paseaba por un lado y otro de la habitación. James se acercó a Sirius y dijo:
-no entiendo como puedes estar tan feliz... después de todo, Peter fue nuetro amigo.
-Peter me arruinó la vida Cornamenta... tu en verdad no sabes lo que significas para mi. Ese inútil me hizo creer que estabas muerto... solo puedo decir que fueron los peores años de toda mi vida.
James sonrió con ternura y abrazó a su amigo por los hombros.
-te quiero Canuto.-susurró.
-yo también Cornamenta... no sabes cuanto.
Remus se acercó a ellos.
-P...Peter... yo-yo... el-el... el al-alma... p-por l-la bo-boca...-tartamudeó.
-se lo merece-contestó Sirius.
-Remus... cálmate. Si no quieres ver... no veas. Te entiendo.-contestó James.
Entonces, desde el pasillo, se escucharon los gritos desesperados de un hombre, Peter. Lo metieron en la habitación, con dos dementores sujetándolo por los brazos. El que una vez había sido su amigo, estaba pálido y parecía a punto de desmayarse, gritaba y lloraba desesperado.
-¡JAMES! ¡POR FAVOR! ¡SÁLVAME!
James negó con la cabeza, se tapó la cara con las manos, y comenzó a llorar. Era muy fuerte ver a Peter así. Remus lloraba más que nadie. Peter había significado mucho para él en otro momento, el pequeño niño regordete que tenía que proteger.
Sirius, que solo pensaba en venganza, solo se limitó a sonreír y a despedirse de Peter con la mano.
-lo siento rata traidora. Casi mataste a mi mejor amigo, me las pagarás.
James sacó las manos de su cara y observó la escena en silencio. Remus lo imitó. Los dementores miraron a Sirius esperado la orden del comenzar.
-adelante.-dijo Sirius.
-¡NO! ¡POR FAVOR! ¡JAMES! ¡REMUS! ¡SIRIUS! ¡LOS AMO! ¡AYUDA!
El dementor acercó su asquerosa boca a la de Peter y...
Continuará...

miércoles, 9 de abril de 2014

cap.35:Peter.

Remus se convirtió y James y Sirius lo imitaron, olvidándose de Peter, que aprovecho para convertirse:
y salió corriendo lo más rápido que pudo en dirección al bosque, donde se podría esconder. Empezó a corretear entre los tan conocidos arboles, por los que muchas veces había corrido en su juventud, cuando James Potter todavía confiaba incondicionalmente en el, y cuando Sirius Black y Remus Lupin lo defendían con su vida. Extrañaba mucho esos momentos, en donde se sentía seguro junto a las personas que más había querido en su vida. Pero lo echó todo a perder cuando los traicionó, y ya no podía hacer nada, porque gracias a el había muerto Lily, y eso no se lo perdonarían jamás. Siguió corriendo por el bosque, con la intención de salir de los límites del colegio y poder desaparecerse. ¿que haría ahora? ni el mismo lo sabía. Había escuchado que el Señor Tenebroso se había alzado de nuevo, así que lo mejor que podría hacer sería unirse al el para estar seguro. Se detuvo en un arbusto, donde desde pequeño había sacado unas moras, unas moras tan deliciosas que en las lunas llenas, cuando eran jóvenes, todos se sentaban en su forma animaga a comer ahí. Sacó unas cuantas y, en su forma de ratón, se las comió. En eso, escuchó un ruido que lo asustó más que ninguno:pasos. ¿y si Sirius o James lo estaban buscando?. Se escondió en el arbusto y observó a Snape, caminar por el bosque, mientras refunfuñaba:

-te atraparé Potter... te atraparé.

/lo unico que te llevarás será una buena mordida por parte de Remus y Sirius y las astas de James en tu trasero-pensó Peter con diversión-yo que  tu corro, Quejicus/

Snape, se había quedado en la casa de los gritos, estupefacto, pero ahora había salido en busca de James Potter. 

Peter siguió caminando, sin prestarle atención a Snape, que siguió caminando hacia un lugar distinto que el de la rata. Entonces, detrás suyo, apareció un hombre lobo, que el conocía muy bien, Remus Lupin. Remus, al mirar a la rata, la reconoció al instante.

/ahora no te vas a escapar rata asquerosa-pensó Remus con malicia/ 

Siguió a Peter sigilosamente por detrás, sin que la rata se diera cuenta, y, cuando estaba a punto de salir de los límites del colegio, la agarró por la espalda con los dientes. Peter comenzó a chillar como loco, pero Remus no le hizo caso, y lo llevó a donde James y Sirius se habían sentado a comer moras de ese arbusto que tanto les gustaba. Dejó a la rata en medio del perro y el ciervo, los cuales la retuvieron y, Sirius, incandole un diente en la espalda, lo dejó inconsciente. Y siguieron con su noche Merodeadora, conscientes de que al otro día tendrían que afrontar a esa pequeña rata que estaba frente a ellos.

martes, 8 de abril de 2014

cap.34:Luna Llena.


(POR FAVOR COMENTEN, PLEASE COMENT)
Cuando salieron del sauce boxeador, tuvieron que detenerse un poco porque Ron estaba muy a dolorido.
-tranquilo señor Weasley, yo lo curaré.-dijo Dumbledore acercándose al chico y curándole el pie.
-gracias profesor...-dijo Ron levantándose. 
-¡por fin seré libre!-exclamó con emoción, Sirius, que estaba junto a James. Remus estaba ocupado en mantener a Peter tranquilo.
-¡callate rata!
Peter, por su parte, lloriqueaba desesperado ante la idea de que los dementores le dieran el beso, cosa que Sirius le había recordado todo el camino con una gran sonrisa. 
-Re-remus... por favor... no me entregues...
James, enojado, se acercó a Peter y gritó:
-¡claro! ¡tu no quieres que te entreguemos, pero tu si nos entregaste a Lily, a Harry y a mi! ¡eres un traidor Pettigrew, un traidor!
Dumbledore se acercó a James, y, poniéndole una mano en el hombro, dijo:
-James... cálmate... ya recibirá su castigo...
Empezaron a caminar en dirección al castillo, todos nerviosos por lo que iba a pasar, pero nadie más que Sirius. Entonces, cuando todo parecía perfecto, Remus empezó a tiritar. Dumbledore, preocupado, preguntó:
-¿Remus? ¿estas bien?
Remus negó con la cabeza, cerró los ojos y logró decir:
-corran... ya.
Sirius, que captó el mensaje de Remus, gritó:
-¡se va a  convertir! ¡CORRAN!
Dumbledore, preocupado por los alumnos mas que por nadie, agarró a Harry, Ron y Hermione y empezó a correr con ellos al castillo.
-¡MI PAPÁ!-gritó Harry, tratando se volver junto a su padre.
-¡Harry!-exclamó Dumbledore agarrando el brazo de Harry-¡va a estar bien!
-¡NO! ¡PAPÁ!-gritó Harry con desesperación, forcejeando con Dumbledore. 
Albus fijó su vista en Ron y Hermione y exclamó:
-¡ustedes corran! ¡de vuelta al castillo!
Los chicos obedecieron y siguieron corriendo, sintiéndose culpables por dejar a Harry así.
-¡vamos muchacho! ¡es peligroso! ¡por favor!-Dumbledore, sin saber que hacer, sacó su varita y apuntó  a Harry-¡desmaius! 
Y Harry cayó, inconsciente, el los brazos del director, que lo puso sobre su hombro y comenzó a correr al colegio.
James y Sirius miraban desesperados a Remus, que en ese mismo minuto sufría la transformación.
James miró a Sirius y gritó:
-es hora de que nos trasformemos ¿no crees?
Sirius sonrió y respondió:
-¡como en los viejos tiempos Cornamenta! 
Y se transformaron, Sirius, en el gran perro negro:
y James en el majestuoso ciervo:
Y volvieron los tres juntos, como los viejos tiempos, a pasar una noche merodeadora.

cap.33:Snape el entrometido.


James miró a Snape con sorpresa, al igual que Harry, Ron, Hermione, Remus y Sirius. 
-¿que haces aqui Quejicus?-preguntó acercándose amenazador.
-sabía que ustedes estaban ayudando a Black, lo deduje... 
-Snape y sus deducciones brillantes-intervino Sirius acercándose al igual que James. 
Remus puso una mano en el hombro de James y Sirius y dijo:
-tranquilos... tranquilos...
-¿Papá?-James fijó su vista en Harry, que tiritaba-¿que me pasa?
James se acercó a Harry preocupado, tiritaba y se veía pálido. Miró a Snape y vio que apuntaba a su hijo con su varita.
-¡deja a mi hijo maldito grasiento! 
-lo dejaré si ustedes se entregan a los dementores-dijo Snape con voz maliciosa-que es lo que corresponde...
-¡jamás!-exclamó Remus.
Snape movió su varita y Harry empezó a tiritar con más fuerza. 
James se acercó a su hijo y lo sentó en la cama, mirandolo con preocupación.
En eso, la puerta se abrió nuevamente, y por ella apareció Dumbledore, empuñando su varita. Snape, al ver a Dumbledore bajó rápidamente la varita y Harry cayó débil en los brazos de su padre. Dumbledore miró a Sirius con desconfianza y fue corriendo donde Harry, se lo quitó de los brazos a James y lo abrazó, pensaba que había perdido al muchacho.
-¿como te sientes muchacho?-susurró, acariciándole el pelo.
-bien... mejor.-Harry, con ayuda de Dumbledore, se sentó y miró a todos los presentes con confusión.
-¿que esta pasando aquí?-preguntó Dumbledore con voz que denotaba enojo.
-estos tontos están aquí ayudando a Black, los descubrí señor.-respondió Snape con una sonrisa de suficiencia. Dumbledore miró a Harry, que negó con la cabeza.
-Sirius es inocente señor-intervino James, y le contó toda la historia de lo que realmente había pasado. 
Dumbledore escuchó la historia en silencio, pero con sorpresa. Ayudó a Harry a levantarse y lo sentó en la cama, después de eso, se acercó a Snape y apuntándolo al pecho con la varita.
-confío en tí Severus... pero no te voy a volver a aguantar que hagas eso... Harry no te ah hecho nada... ¿te quedó claro?
Snape asintió en silencio. 
-¿donde esta Peter?-preguntó Dumbledore dirigiéndose a Sirius, el cual apuntó a la rata de Ron. 
-Ron, dame tu rata
Ron negó con la cabeza, asustado. Dumbledore, entendiendo que Ron quería mucho a esa rata, se acercó a él, y le dijo:
-chico... voy a hacerle un hechizo para ver si es animago... si no lo es, quedará intacto. 
Ron asintió y le pasó la rata a Dumbledore, el cual hizo el hechizo. Después de unos minutos, pudieron ver a Peter Pettigrew frente a ellos, asustado y mirando a todos lados con desesperación. 
-como me lo imaginaba... Peter Pettigrew...-dijo James con rabia.-maldita rata traidora...
-maldito imbécil...-susurró Remus.
-estas muerto Peter, muerto...-dijo Sirius. 
Sirius y Remus apuntaron a Peter con sus varitas, dispuestos a lanzar el maleficio que acabaría con la vida del traidor, pero James se puso entre Peter y las varitas y dijo:
-¡no! ¡no lo maten!
-¿que?-preguntó Remus confuso. 
-¿ERES IMBÉCIL?-gritó Sirius-¡EL MATÓ A TU ESPOSA!
-¡no quiero que mis mejores amigos se conviertan en asesinos por él... el no vale la pena. Además, no quiero que Harry, Ron y Hermione vean eso...
Dumbledore, que se había sentado junto a Harry, lo había abrazado sin dejarlo ver a Peter, asintió con la cabeza, orgulloso de James. 
-lo llevaremos al castillo-continuó James-y se lo llevarán los dementores... ¿ok?
Remus y Sirius asintieron, apesadumbrados. Dumbledore se levantó con un brazo rodeando los hombros de Harry. Remus ayudó a Ron y Hermione y Sirius y James se llevaron a Pete, mientras que Snape los seguía por detrás. Sin saber, que en ese mismo minuto, la luna llena estaba apareciendo por el cielo.

cap.32:Remus se entera de la verdad.

James corría por los pasillos de Hogwarts en dirección al despacho de Remus. Cuando llegó, tocó la puerta y fue recibido por un tranquilo "pase" de Remus. Entró, cerro la puerta y se sentó en la mesa frente al escritorio de Remus. 
-¿estas bien James?-preguntó Remus, al verlo tan alarmado.
-si, por ahora... tengo que contarte algo Remus...
-ya lo se...
-¿que?-preguntó James confuso.-¿como lo supiste?
-¡todo el castillo lo sabe James!
-¿c-como?-preguntó James preocupado-¿no estas enojado?
-¿porque habría de estarlo?-preguntó Remus confuso.
-espera, espera.-James cerró los ojos y después de ordenar sus ideas, dijo:-¿de que hablas?
-¿tu de que hablas?-preguntó Remus.
-no, tu primero.
-de que te vas a casar con Alissa... 
-aaaaah... eso... si bueno, todavía no le entrego el anillo, pero lo tengo compra...-James sacudió la cabeza-pero eso no importa ahora, tengo algo muy importante que decirte, MUY importante.
-¿que?-Remus parecía asustado, sabía que cuando James tenía algo muy, MUY importante que decirle, era o una mentira o malas noticias. 
-Sirius es inocente.-la habitación quedó en silencio, James esperando a ver la reacción de Remus, y Remus decidiéndose si creerle o no.
-¡Ja! que buena broma James, ja ja ja.-Remus volvió la vista a sus papeles y siguió trabajando.
-¡no es mentira Remus! ¡por amor de Dios! ¡no siempre hago bromas! ¡no haría una broma con algo como esto! 
-¡¿como te voy a creer semejante estupidez?! ¡NO MIENTAS CON ESO!
-¡NO ESTOY MINTIENDO! ¡EL VERDADERO TRAIDOR ES PETER, QUE SE HIZO EL MUERTO, Y EN ESTE MINUTO ESTA SIENDO CAPTURADO POR SIRIUS! ¡TU SABES LO PELIGROSO QUE ES PETER! y... necesito ayuda... Harry... esta con Sirius... pero si Pete le llega a hacer algo... no me lo perdonaría. 
-¿que... ¡¿HARRY CON SIRIUS BLACK?! ¿que estamos esperando?-Remus se levantó de la silla y el y James empezaron a correr en dirección al sauce boxeador. 
Cuando llegaron, Remus agarró una rama larga que había y apretó el nudo del árbol, y los dos pasaron por la entrada secreta en dirección a la casa de los gritos. Cuando llegaron, subieron a la habitación que Remus siempre había usado para sus transformaciones y cuando estaban a punto de entrar escucharon a Harry gritando:
-¡maldito! ¡usted mató a mi madre!
Entraron, causando una gran impresión en todos, sobre todo en los niños. James miró a Harry y fue a abrazarlo.
-¿estas bien?
Harry asintió y dijo:
-papá... ahí esta Black... mátalo... el mató a mamá.
-el no mató a mamá... fue Peter Pettigrew... el mató a mamá... el la mató-James, sin poder soportarlo, comenzó a llorar, se separó de Harry y miró a Remus y Sirius, que en ese minuto se estaban abrazando. 
-lo siento Sirius-susurraba Remus.
-lo siento Remus-susurraba Sirius.
James se fijó en que Ron estaba herido, se acercó a él y le revisó la pierna.
-¿te duele mucho Ron?
Ron asintió.
-vas a estar bien pequeño-James le entabló el pie con mucho cuidado.-listo, dolerá menos. ¿Hermione estas bien?.
Hermione asintió y, mirando al profesor Lupin dijo:-¡es un hombre lobo!
-es hora de que les contemos la historia...-dijo Remus con pesar.
-ya la saben...-dijo James.-les dije que te apoyamos mucho con un problemita y que nos convertimos en animagos por eso... pero no les dije que problemita... pero al parecer Hermione lo adivinó sola.
-no es difícil.-dijo Hermione sin poder ocultar cierto orgullo. 
Harry no podía creer lo que estaba escuchando, su padre era amigo de un asesino y de un hombre lobo, y hablaba de eso como si nada. 
-¿y que pasa con ese imbécil?-preguntó Harry con enojo.
-este imbécil, que dices tu, fue el que trató de vengarnos, y por eso lo tildaron de asesino.-explicó
James-Peter Pettigrew, al que Ron tiene en sus manos, fue el culpable de la muerte de mamá. 
Harry se quedó perplejo, y, estaba a punto de preguntar como sabían que Scabbers era Pettigrew, pero la puerta se abrió de golpe, dando paso a Snape, que, con una sonrisa maniática, dijo:
-aquí están... por fin, los atrapé.
Continuara...

cap.31: "¡tengo a la rata!"

El año escolar estaba terminando, solo faltaban 2 semanas para que esa maravilla pasara. Harry, aunque Voldemort hubiera vuelto, se sentía feliz de que el año terminara, porque podría pasar su primer verano junto a Alissa y su padre, que por cierto estaban teniendo una romántica relación.
La orden del Fénix ya había sido llamada a juntarse de nuevo, y ahora contaba con más participantes que nunca, los nuevos que se habían anotado, y los antiguos. 
Aunque Voldemort hubiera vuelto, se sentían más seguros que la última vez, y eso era algo.

James se encontraba mirando por la ventana de su despacho en dirección a la casa de Hagrid, donde su hijo, Ron y Hermione se dirigían en ese minuto. Harry le había dicho a James que se le habían quedado los apuntes de pociones en la casa de Hagrid y que los tenía que ir a buscar, James le dio permiso, pero tenía claro que Harry mentía. James sabía que Harry y sus amigos se dirigían a la casa de Hagrid porque ese día ejecutaban a Buckbeak, su hipogrifo, y querían apoyarlo. 
/por lo menos se que Sirius está por allí... el lo cuidará-pensó James, un poco más tranquilo./
Se separó de la ventana y empezó a corregir los exámenes finales de Encantamientos de los alumnos de primero, que de por si estaban muy buenos. 
/soy un buen profesor-pensó James con orgullo./
En eso tocaron la puerta. James se levantó, abrió, y se encontró con la sonriente cara de Alissa Thompson.
-¿como está mi Rulos?-preguntó James abrazándola.
-bien, y mi guapo-respondió Alissa cerrando la puerta.
-guapo como siempre.
-¡ja!
Alissa y James se besaron y James volvió a corregir examenes, con Alissa sentada enfrente.
-¿a que debo el honor de esta visita?-preguntó James.
-hay algo que quiero hablar contigo James...
-diga
-¿verdad que hemos pensado en casarnos?-preguntó Alissa.
-sip-contestó James.
-bueno... si nos casamos... creo que deberíamos adoptar un hijo.
James levantó la cabeza sorprendido.
-¿que hagamos que? ¿no te basta con Harry?
-estoy feliz con Harry, James, pero me gustaría que Harry tuviera un hermano. Tu sabes que no puedo tener hijos.
James se levantó y abrazó a Alissa por detrás.
-estamos bien con Harry, cariño-dijo acariciándole el pelo.
-Harry merece un hermano. Vamos amor, di que si-rogó Alissa.
-ok... puede ser-contestó James-¿y de que edad te gustaría adoptarlo.
-escucha, Dumbledore me contó de un niño que esta en primer año que es huérfano, dice que le da mucha tristeza verlo porque siempre esta solo.
-¿como se llama?
-Jack Anderson.
-¡ah! el pequeño Jack... ¿ese niño de pelo castaño rojizo, flaco y pequeño que siempre esta solito?
-ese...-contestó Alissa- ¡vamos James! 
-¿sabes?-preguntó James-¡tienes razón! ¡ese niño merece una familia!
-¡y ademas es solo 2 años menor que Harry!-contestó Alissa con una sonrisa.
James empezó a caminar por la habitación.
-compraremos una casa, y lo adoptaremos en estas 2 semanas, para que pase las vacaciones con nosotros...
-¡buena idea!-contestó Alissa.
-se lo dire a Harry, estará feliz...
Pero un picoteo en la ventana interrumpió a James, era una lechuza con pergamino atado a la pata. James abrió la ventana y le desabrochó el pergamino, lo abrió y empezó a leer.

James:
Tengo a la rata, pero lo malo es que tuve también que atrapar a Ronald Weasley, el amigo de Harry. Estoy seguro de que Harry y Hermione vienen en camino a rescatarlo. Apresúrate. 
¡TENGO A LA RATA!

Sirius.

James, sin decirle nada a Alissa, salió corriendo de su despacho, en dirección al de Remus. Era hora de que Remus supiera la verdad sobre Sirius. 

cap.30:el regreso de Lord Voldemort.

James, Harry, Dumbledore, Alissa, Remus y la profesora McGonagall; se encontraban en San Mungo. Harry estaba siendo revisado por los sanadores, que pensaban exactamente lo mismo que Dumbledore, y los demás estaban sentados en el pasillo fuera de la habitación de Harry. James, que estaba sentado al lado de Alissa, hacía todo lo posible por no mostrarse nervioso, pero le era prácticamente imposible. Lo que más quería en ese minuto era que Dumbledore se equivocara, que por una vez en la vida, el director no tuviera razón en cuanto a su hijo. Pero, por lo que decían los sanadores, una vez más, Dumbledore tenía razón. James, distraídamente, dirigió su vista  a Alissa, a la que le había tomado la mano. Alissa lo miró y dijo:
-no es diabetes.
James, impresionado por las palabras de Alissa, contestó:
-¿como lo sabes?
-¿la verdad?... no lo se... solo se que lo se, ¿se entiende?-preguntó mirando con cara confusa.
-creo que si...-respondió James, haciéndose el entendido, aunque realmente no había entendido una palabra de lo que había dicho Alissa.
-mentira
-bueno, si... no entendí nada de lo que dijiste. 
-es... no se... instinto maternal, por así decirlo... pero estoy segura que no es diabetes. 
-hablemos con Dumbledore... creo que el te podría entender mejor que yo. 
James y Alissa se levantaron, todavía tomados de la mano, y se dirigieron a las sillas que tenían enfrente suyo, al otro lado del pasillo, donde Dumbledore y McGonagall conversaban gravemente. 
-pero Minerva... Harry no va a poder inyectarse solo por los primeros meses, tienes que entenderlo, va a ser difícil para el...-decía Dumbledore, con una voz que denotaba que se estaba empezando a enojar. 
-¡Albus! ¡no le puede pedir a cada profesor de la escuela que inyecte a Potter solo porque el no sabe hacerlo! ¡tiene que aprender y punto!-contestó la profesora McGonagall, que estaba todavía más enojada que Dumbledore. 
-¿profesor Dumbledore?-interrumpió James.
Dumbledore, que parecía feliz de tener un motivo por el cual tener que dejar la pelea, contesto con una gran sonrisa:
-¿si James? ¿en que puedo ayudarte?
-es que... Alissa, explícale tu... yo no entendí nada de lo que me dijiste...
-profesor, tal vez suene raro lo que le voy a decir... pero creo que Harry no tiene diabetes, de hecho, estoy segura de que Harry no tiene diabetes...
-¿y en que te basas para decir eso?-preguntó, muy acaloradamente, la profesora McGonagall-¿acaso eres sanadora? ¿tienes experiencia en la medicina?
-Minerva, cálmate por favor-intervino Dumbledore haciendo un ademán de impaciencia.-¿por que dices eso?
-no lo se... es como... instinto maternal por así decirlo...-contestó Alissa, sorprendida por la reacción de la profesora McGonagall-estoy segura de que no es diabetes...
-¿instinto maternal?... a veces el instinto maternal puede ser muy certero, pero creo que no deberíamos arriesgar a Harry por un instinto maternal... ¿que dices James?
-no se que pensar profesor... por una parte, no sería prudente arriesgar a Harry, pero por otra parte, Alissa puede tener razón y ahí de igual manera estaríamos arriesgando a Harry, si le dan remedios para la diabetes y el no tiene esa enfermedad. 
-tienes razón James...-contestó Dumbledore, asintiendo con la cabeza-pero por ahora aferrémonos a lo que dicen los sanadores. 
James y Alissa volvieron a sus asientos, se sentaron y se quedaron callados por unos segundos, hasta que de repente, la mano de Alissa, que seguía entrelazada con la de James, se apretó fuerte mente, sobresaltando al cuatro ojos, que inmediatamente preguntó:
-Alissa, ¿que pasa?
-va a pasar algo
-¿como?
-va a pasar algo... James, ve por Harry
-¿que?
-¡ve por Harry!
James se levantó, obediente, y se dirigió a la puerta del niño, pero antes de que siquiera pudiera tocar el pomo de la puerta, las luces se apagaron. James se quedó quieto, agudizando el oído para ver si escuchaba algún sonido. Entonces, fue cuando escucho un grito, un grito desgarrador y lleno de dolor, y solo cuando terminó, fue que se dio cuenta de que ese grito era perteneciente a su hijo. Desesperado, James tanteó en la oscuridad en busca del pomo de la puerta. Cuando lo encontró, entró rápidamente y empezó a tantear para encontrar la cama de su hijo.
-¡Harry! ¡Harry!-gritaba desesperado.
-que adorable...-dijo una voz, una voz que James no había oído hacía mucho tiempo, una voz fría y siseante, que imitaba mucho el sonido que hacían las serpientes, era Lord Voldemort- el padre preocupado esta aquí para salvar a su hijo...
-¡Voldemort! ¡Enciende la luz maldita serpiente asquerosa! 
-si así lo quieres...
La luz se encendió y James pudo vislumbrar a Voldemort, parado junto a la cama de su hijo, y a Harry, mirando con cara aterrorizada a la "serpiente asquerosa".
-eh vuelto... ya nadie va a poder escapar de mi...-y después de una risa malvada, desapareció.
Justo en ese minuto, entraron Dumbledore y Alissa por la puerta.
-¡James! ¿que sucedió?-preguntó Dumbledore, muy agitado.
-Voldemort volvió, acaba de estar aquí...-contesto James, que tenía a Harry abrazado fuertemente con el pecho.
-tenías razón Alissa, Harry no tiene diabetes.-comentó Dumbledore, después de acercarse a Harry y ponerle una mano en la frente. 
-¿entonces que tiene?-preguntó James. 
-la vuelta de Voldemort debió de haberlo afectado, haciéndolo tener mas hambre y sed, y adelgazar más.
-¿como...-comenzó James.
-tu como yo sabemos que Harry y Voldemort están unidos por una maldición mal lograda. Ahora se explica todo perfectamente. 
-que bien, por lo menos hay algo bueno en todo esto... Harry no tiene diabetes...
-de hecho, ahora que lo pienso, no tengo hambre...-sonrió Harry. 
Todos rieron, excepto Alissa, que miraba a James y a Harry con preocupación.
-¿que ocurre Alissa?-preguntó James.
-que... ahora tu y Harry están en peligro. 
-si... pero tu nos podrás proteger... 
-¿yo que...
-Alissa, ¿quieres ser mi novia?
Alissa, impresionada por la pregunta, se abalanzó a las brazos de James y dijo:
-¡si! ¡claro que si James!
-que bien, ahora me siento seguro-susurró James, y después le dio un beso como no lo había dado en mucho tiempo.

cap.29:cena de navidad.

James y Remus corrían por los pasillos de Hogwarts en dirección al Gran Comedor, donde los esperaba la cena de navidad, a la cual ya llegaban tarde.
Remus, que corría unos centímetros detrás de James, lo miraba con ojos llenos de preocupación. 
/¿como puede ser tan irresponsable?-pensó Remus-se acaba de desmayar y ya está corriendo de nuevo... sigue siendo el mismo James de siempre/
Cuando llegaron, se encontraron con una única mesa en el gran comedor, la mesa de los profesores, a la cual también había sentados unos cuantos alumnos.  
-¿que hora es?-preguntó James en un susurro a su amigo.
-las 8:00pm-contestó Remus observando su reloj.
-¿como? cuando llegué a tu despacho eran recién las 3... 
-pasaste mucho tiempo desmayado querido amigo... ¿que te parece si entramos?
-si, vamos. 
James y Remus ingresaron rápidamente al Gran Comedor, donde James se sentó junto a Harry que estaba al lado de Alissa, y Remus tomó asiento junto a James. James se inclinó en la mesa para ver junto a quien estaba sentada Alissa, y se encontró con la sonriente y amable cara de Albus Dumbledore, que en ese momento hablaba animadamente con la profesora McGonagall, que estaba sentada al otro lado del profesor. Los ojos de James se encontraron con los hermosos ojos de Alissa, que se había inclinado, al igual que el, en la mesa para poder verlo. James, que no estaba preparado para la mirada sorpresa se rulos, se sonrojó y sonrió con la sonrisa que, a su gusto, era la más idiota que había puesto en su vida ante una chica.
-bueno-dijo Dumbledore, sacando a James de su ensimismamiento- ya que estamos todos, creo que es hora de partir la cena. 
James, después de todos los segundos que llevaba allí, se dio cuenta que estaba ante una mesa con los mas exquisitos manjares: pavos, pollos, carne de todo tipo, ensaladas de todos los tipos existentes, y mucho, mucho más. James, que no se había dado cuenta lo hambriento que estaba, empezó a atacar una pierna de pollo muy parecido a como lo hacía Sirius. Eso lo hizo reír, y quedar como un imbécil frente a toda la mesa. 
/ahora seré conocido por todos como "el enfermo que se ríe solo-pensó James, que no podía estar más sonrojado/
-bueno-dijo Dumbledore-¿tu eres Alissa Thompson? 
-si, soy yo-respondió Alissa tímidamente. 
-¿toda tu vida as vivido en Gran Bretaña?-preguntó Dumbledore, poniendo cara de confusión- porque la mayoría de los alumnos que viven en Gran Bretaña e Irlanda vienen a estudiar a Hogwarts. Y, con solo verte, me doy cuenta de que tienes la misma edad de James, osea que yo debería haber sido tu director, y jamás te vi en el colegio. 
-no-respondió Alissa riendo por la cara del director- crecí en América, en Estados Unidos... vine a vivir a Gran Bretaña hace 5 años. 
-¡ah!-exclamó Dumbledore con una sonrisa-por eso el acento...
-si-rió Alissa-estoy tratando de mejorar mi acento británico... 
-y los estas haciendo muy bien-añadió Dumbledore-si no fuera por lo que me acabas de contar, no me habría dado cuenta de que tienes una pizca de acento americano.
/¡no puede ser!-pensó James-¡Dumbledore está atrayendo la atención de Alissa más que yo! ¿como puede ser eso posible?/
El director, que se había quedado conversando animadamente con Alissa, de repente paró en seco y miró a Harry.
-estás mas paliducho... ¿te sientes bien Harry?
-si señor-contestó el chico con una leve sonrisa, pero sin despegar la vista de su plato.-solo tengo mucha hambre... no es nada. 
-y por lo que veo, mucha sed-añadió el director, mirando con preocupación como Harry se bebía su vaso de jugo de calabaza de un solo trago. 
-un poco... es que llevo toda la tarde jugando Quidditch... estoy muy hambriento y sediento...
-yo diría que demasiado para un niño de su edad...-susurró Dumbledore, bastante audible para Alissa, James, Remus y la profesora McGonagall. 
-n-no es lo que creo que es... ¿cierto?-preguntó la profesora McGonagall, mirando con preocupación al chico, que se ya se había vuelto a concentrar en su comida. 
-voy a seguir haciéndole preguntas-susurró Dumbledore-no intervengan.
Los demás asintieron y Dumbledore volvió a llamar la atención de Harry. 
-tal vez suene rara la pregunta muchacho... ¿vas al baño muy a menudo últimamente? 
-tal vez suene rara la respuesta... pero si, un poco... ¿a que viene la pregunta señor?
-quiero comprobar algo... ¿podrías levantarte Harry? 
El ojiverde, obedientemente, se levantó y miró con cara de preocupación al director, con una mirada que claramente decía: ¿se habrá vuelto loco o que?
-estas muy delgado...-murmuró el anciano- ya puedes sentarte Harry... ¿podrías cambiarle de asiento a Remus? necesito hablar con el...
Harry y Remus, cambiaron sus platos y se sentaron en sus nuevos puestos. Remus volvió su mirada a Harry y murmuró:
-ya volvió la atención a su comida...
-si, tiene mucha hambre...-respondió Dumbledore dirigiendo su mirada a Harry- ¿todos piensan lo que yo?
-si... creo... ti-tiene diabetes...-respondió Alissa. 
-¿que?-preguntó James- n-no puede ser posible... e-es un niño sa-sano... 
-tiene todos los síntomas James-contesto el director- mucha hambre, mucha sed, va mucho al baño... y, ¿últimamente está comiendo mucho? 
-si-respondió el padre, muy preocupado-ahora que lo pienso si...
-hay que llevarlo a San Mungo, ahora-sentenció Dumbledore-antes de que ocurra algo peor. 
-dejémosle terminar su comida, y después, tranquilamente, lo llevamos...
-buena idea-dijeron todos al unísono.
/genial-pensó James con amargura-Harry tiene diabetes y no voy a poder preguntarle a Alissa la pregunta de oro... ¿porque tengo tan mala suerte?/