viernes, 20 de junio de 2014

cap.37: el beso del dementor.

Habían pasado dos días desde que había capturado a Peter. Dumbledore había llamado al ministerio y había hecho que el ministro fuera a Hogwarts, hablara con Sirius y con Peter, y diera su veredicto. Por suerte, el que salió mal en el asunto... fue Peter. Sirius quedó absuelto de todos los cargos; un hombre libre nuevamente, y Peter... fue sentenciado al beso del dementor.

James se encontraba en su habitación en el castillo. Acababa de tener una cita con Alissa, donde le había explicado que todavía no podría ver los temas de la adopción y el matrimonio por los asuntos con Peter y los merodeadores. Alissa lo entendió perfectamente, por suerte para James.
Harry entró corriendo a su habitación, y, con una sonrisa, dijo:
-¡Es hora! ¡le van a dar el beso a Peter!
James se puso pálido. Aunque odiara a Peter más que a nadie... el en un tiempo había sido su amigo, y ver a Peter en ese estado... sería difícil.
-v...voy.
Harry salió corriendo de la habitación, en dirección al lugar donde Remus y Sirius se preparaban.
James salió caminando lentamente. El se destacaba por ser fiel a sus amigos... y tenerles mucho cariño... había querido a Peter como su propio hermano, y el lo había traicionado... pero... ¿como sería ver eso? ¿que le saquen el alma por la boca? Sería horrible.
Llego al lugar donde el sacrificio sería hecho. Sirius esperaba con una gran sonrisa, y Remus, mas pálido que nunca, se paseaba por un lado y otro de la habitación. James se acercó a Sirius y dijo:
-no entiendo como puedes estar tan feliz... después de todo, Peter fue nuetro amigo.
-Peter me arruinó la vida Cornamenta... tu en verdad no sabes lo que significas para mi. Ese inútil me hizo creer que estabas muerto... solo puedo decir que fueron los peores años de toda mi vida.
James sonrió con ternura y abrazó a su amigo por los hombros.
-te quiero Canuto.-susurró.
-yo también Cornamenta... no sabes cuanto.
Remus se acercó a ellos.
-P...Peter... yo-yo... el-el... el al-alma... p-por l-la bo-boca...-tartamudeó.
-se lo merece-contestó Sirius.
-Remus... cálmate. Si no quieres ver... no veas. Te entiendo.-contestó James.
Entonces, desde el pasillo, se escucharon los gritos desesperados de un hombre, Peter. Lo metieron en la habitación, con dos dementores sujetándolo por los brazos. El que una vez había sido su amigo, estaba pálido y parecía a punto de desmayarse, gritaba y lloraba desesperado.
-¡JAMES! ¡POR FAVOR! ¡SÁLVAME!
James negó con la cabeza, se tapó la cara con las manos, y comenzó a llorar. Era muy fuerte ver a Peter así. Remus lloraba más que nadie. Peter había significado mucho para él en otro momento, el pequeño niño regordete que tenía que proteger.
Sirius, que solo pensaba en venganza, solo se limitó a sonreír y a despedirse de Peter con la mano.
-lo siento rata traidora. Casi mataste a mi mejor amigo, me las pagarás.
James sacó las manos de su cara y observó la escena en silencio. Remus lo imitó. Los dementores miraron a Sirius esperado la orden del comenzar.
-adelante.-dijo Sirius.
-¡NO! ¡POR FAVOR! ¡JAMES! ¡REMUS! ¡SIRIUS! ¡LOS AMO! ¡AYUDA!
El dementor acercó su asquerosa boca a la de Peter y...
Continuará...

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